Sábado 6 de Octubre de 2007, 12:00

72 AÑOS DE LUCHA CONTRA LA PERSECUCIÓN Y EL ODIO

DAIA | Se cumple hoy el 72 aniversario de la Fundación de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), institución que ha caracterizado su lucha a lo largo de su historia por construir una Argentina sin discriminación. Para el ex intendente de Basavilbaso, Julio Aldáz a través de todos estos años "la DAIA ha contribuido a la construcción de una sociedad verdaderamente plural y respetuosa de las instituciones".

El Diputado Provincial, Dr. Julio César Aldáz, dijo que el nacimiento de la DAIA se produjo en un contexto internacional en el que existía la amenaza nazi y fascista, situación que derivó en el inicio de la Segunda Guerra Mundial. En el marco particular argentino, el surgimiento de la DAIA puede ubicarse como una reacción para el progreso de la sociedad y de sus instituciones democráticas, basadas en el pluralismo y la tolerancia, caracterizando su lucha a lo largo de su historia contra la persecución y el odio. "En 72 años de vida la DAIA ha contribuido a la construcción de una sociedad verdaderamente plural y respetuosa de las instituciones. Desde sus comienzos, luchó contra toda expresión de intolerancia, como lo fue en los años treinta y cuarenta el flagelo del nazismo, los nacionalismos y autoritarismos en la década 50 y 60, la represión y las violaciones de los derechos humanos en la década del 70 y como lo es hoy cualquier modo de discriminación: Ello la coloca como la entidad emblemática de la comunidad judía en la lucha por los derechos humanos contra el prejuicio y la persecución a minorías religiosas y étnicas", expresó Aldáz. Finalmente, el legislador destacó que "la DAIA continua en la actualidad con la noble tradición de solidaridad humana y de inclaudicable defensa de los derechos humanos, afianzado en los principios de Paz, Libertad, Justicia y Solidaridad como ejemplos para los nuevos tiempos que esperan a la Humanidad en su devenir histórico y sea respetado por cada grupo integrativo de la sociedad argentina, enriqueciéndola con su particular aporte cultural y que exista una efectiva convivencia entre todos sus habitantes, no importa la sangre que corra por sus venas, la religión que los conforte o el pensamiento que los anime".