| "La histórica jornada del viernes 17 de noviembre de 1972 representó para el pueblo peronista la vuelta de la esperanza, de la paz, de la dignidad, y del proyecto de un país con igualdad para todos", así lo expresó el Vocal del Consejo Provincial del Partido Justicialista (PJ), Dr. Julio César Aldáz al conmemorarse 37 años del retorno al país del general Juan Domingo Perón después de su largo exilio, como fruto de uno de los procesos de mayor movilización popular de la historia argentina, despertando expectativas y emociones, sin precedentes en la población.
"Era el reencuentro del conductor con sus militantes, del líder con su pueblo", dijo Aldáz quién seguidamente indicó que "las bases históricas del peronismo, el movimiento obrero y masivos sectores juveniles de la misma clase media que siempre lo había combatido, protagonizaron en esos años la pelea por "el retorno incondicional de Perón y el pueblo al poder", simbolizado en la consigna "Luche y Vuelve”, que se convirtió en un grito de batalla que sintetizaba las aspiraciones culturales, sociales, económicas y políticas del pueblo argentino".
"Una generación que todo lo dio a cambio de un sueño, que se hizo realidad aquel 17 de noviembre de 1972 con la vuelta de Perón, ese día quedó registrado en la memoria colectiva como la gesta de un pueblo movilizado que tuvo la firme voluntad y la lealtad de la militancia peronista hacia su conductor a lo largo de casi 18 años de exilio y proscripción, hicieron posible el regreso.
La generalidad de la gente que se reunía eran jóvenes, que jamás habían visto al General Perón, la gran mayoría con bombos y estandartes, desafiaron al régimen militar de Lanusse con el propósito de darle la bienvenida tras 17 años de exilio y proscripción. Marchaban bajo la lluvia en columnas, unos sobre la autopista que une Buenos Aires con Ezeiza, otros siguiendo las vías del ferrocarril", dijo el titular del IAPV.
El ex intendente de Basavilbaso destacó que la presencia de Perón en el escenario político argentino determinó el alineamiento de los sectores mayoritarios de la sociedad a un proyecto que tenía en su persona la misma síntesis de los objetivos buscados.
Finalmente, Aldàz, indicó: "el peronismo irrumpió en la vida política en el año 1945 como el partido transformador de la Argentina moderna, expresando la fuerza del trabajo, la producción y la justicia social, la representación social de los humildes, de los que sufren y los desamparados para luchar por una Patria grande y un pueblo feliz".
