Miércoles 26 de Julio de 2006, 12:16

Aldáz recordó el 54 años de la muerte de Evita

| El Diputado Provincial Julio César Aldaz recordó que "hace 54 años moría Eva Perón, la mujer más influyente en la historia política y social de Argentina.

El sábado 26 de julio de 1.952 moría Eva Duarte de Perón, la mujer más influyente en la historia política y social argentina, cuyo deceso enlutó a toda la argentinidad, causando un hondo y profundo dolor. A 54 años de aquel suceso, el Diputado Provincial, Dr. Julio César Aldáz dijo que “nunca el pueblo argentino olvidará a Eva Perón porque vive eternamente en los corazones de los trabajadores y de los niños, de los ancianos y de los desamparados, cuya muerte puso de duelo al pueblo trabajador, dejando huérfanos a los descamisados que se quedaron sin una representante consecuente e inclaudicable de sus intereses”. El nombre sencillo y tierno con que siempre la distinguió afectuosamente el pueblo asumió en aquel momento la resonancia de un lamento funerario que cubrió en toda su extensión el ámbito del país, donde la congoja se convirtió en un río de lágrimas y un sentimiento de estupor, tristeza y pesadumbre ganó a las muchedumbres peronistas que con tanto fervor la admiraban y querían y que no podían dar crédito a la dolorosa noticia que les llegaba. Para el ex intendente de Basavilbaso, Eva Duarte de Perón se atrevió a desafiar las estructuras políticas de su época y entró en la historia mundial con luz propia y supo ser fiel a la misión que se impuso de servir al bienestar de los más desposeídos”. Seguidamente el legislador destacó que su vida fue una muestra de fuerza y coraje, que emocionaba hasta las lágrimas su amor por el pueblo, que fue intenso y verdadero, transformándose en el puente entre las esperanzas del pueblo y las manos realizadoras del General Perón. Hoy millones de argentinos te recordamos con profundo cariño y agradecimiento. Como la entrañable compañera Eva Perón quería que la recordaran: “Hubo, al lado de Perón una mujer que se dedicó a llevarle al Presidente las esperanzas del pueblo argentino, que luego Perón convertiría en realidades. De aquella mujer sólo sabemos que el pueblo la llamaba, cariñosamente, Evita.