Félix es fanático de los ferrocarriles y por insistir logró que sus papás lo llevaron hasta la barrera para ver pasar el tren.
En mayo pasado cuando ya se contabilizaban dos meses de cuarentena los papás de Felix decidieron salir a pasear, y a qué otro lugar ir antes que nada que no sea el paso nivel y fue casi en el mismo momento en que vieron que una formación se aproximaba. Félix saltaba de felicidad, y el conductor empezó a tocar la bocina, se trataba de Walter Pucheta que por el ritmo de marcha del tren hasta pudo sacar la foto que se viralizaría con el pequeño Félix aguardando paradito en el camino de tierra.
Comenzaría después una relación de amistad virtual, y casa vez que conduciendo pasa por Aldao les avisa a los padres de Félix para que su amiguito pueda estar listo, al costado de la vía, para verlo pasar.
Hoy casi todos saben de Félix el niño de Aldao (a 10 kilómetros de San Lorenzo, en Santa Fe) que ama a los trenes y que su pasatiempo favorito es ir hasta las vías (distante de su casa unos 600 metros) y observar si viene un tren, lo que cuando ocurre la felicidad es total.
Y Walter, tercera generación de conductores de tren, que tiene el orgullo de saber que su hijo José María también seguirá sus pasos, admite que a sus 57 años no le sorprende que los niños sientan algo por los trenes, pero si que un saludo por la ventanilla, una foto y la difusión de la misma por las redes sociales ayudara a que naciera una increíble y seguramente indisoluble historia de amistad y pasión por los trenes.
