Miércoles 28 de Mayo de 2014, 23:28

Basavilbasense integra fuerza internacional de paz en Chipre

| El basavilbasense Alberto Javier Eckerdt, egresado de la Escuela de Suboficiales del Ejército, es instructor de militares de la Misión de Mantenimiento de la Paz en Chipre. En diálogo con RIEL FM desde el archipiélago del extremo Este del Mediterráneo recordó como despertó su vocación de servicio y la "pasión" por enseñar.


EL año pasado se cumplieron 20 años de participación de la Argentina en la Misión de Mantenimiento de la Paz en Chipre (Unficyp), que aportó “Cascos Azules” junto a países como Austria, Brasil, Canadá, Chile, China, Croacia, Hungría, Paraguay, Serbia, Eslovaquia y Reino Unido. Este año en la isla del Mediterráneo europeo para evitar que se reanude la lucha entre las comunidades grecochipriota y turcochipriota que se enfrentan por una disputa territorial desde fines de marzo de 1964, y por mandato de la ONU hay un grupo de compatriotas que contribuyen a mantener y restaurar el orden público, y entre los “Cascos Azules” desplegados en una denominada “zona de amortiguación” -entre las líneas de la Guardia Nacional de Chipre y de las fuerzas turcas y turcochipriotas- hay un basavilbasense. Alberto Javier Eckerdt egresado de la Escuela de Suboficiales del Ejército es instructor de militares que en ausencia de una solución política al problema de Chipre, por pedido del Consejo de Seguridad de la ONU, mantiene la Misión en la isla “para vigilar las líneas de cesación del fuego, mantener una zona de amortiguación, llevar a cabo actividades humanitarias y apoyar la misión de buenos oficios del Secretario General”, precisó. El oriundo de Basavilbaso es egresado de la Escuela Nº 47 “Maestro Isaías Torres” y de la Escuela Técnica “José Benjamín Zubiaur”, está casado con Gisela Romina Zdrójkowski, “la hija del colectivero” y tienen dos hermosos hijos, Lautaro y Pilar. “Cuando chico quería se Policía”, recordó Eckerdt en diálogo con RIEL FM. Pero se apresura en aclarar: “creo que era por lo que me gustaban los uniformes”. “Después que terminé el Secundario la verdad que no sabía que era lo que quería hacer...fui Bombero Voluntario y trabajé en “La Cordial” (un supermercado que tenía la familia Rein en Urquiza y Ramírez) hasta que un día le dije a mi novia, hoy mi esposa, que quería ir a Concepción del Uruguay a preguntar como era eso de ingresar al Ejército...ella me acompañó, allí me dieron toda la información y a los pocos días tomé la decisión de ingresar a la fuerza”, detalló. El militar en diálogo con RIEL FM contó que fue soldado en el regimiento de La Histórica, donde estuvo dos años, y en el 2000 ingresó a la Escuela de Suboficiales del Ejercito. “Una vez que terminé el curso me dieron nuevo destino: Jujuy. Allí pasé varios años hasta que me tocó Córdoba, donde nacieron mis hijos y finalmente Buenos Aires, detalló, destino donde convertido en instructor descubre que siente “pasión” por enseñar y transmitir todo lo que aprendió de sus superiores, hace un año comenzó a prepararme para la misión. donde convertido en instructor descubre que siente “pasión” por enseñar y transmitir todo lo que aprendió de sus superiores, y hace un año comenzó a prepararme para la misión. “Hace tres meses que estoy aquí, y permaneceré hasta el 5 de septiembre...la verdad que es una experiencia muy interesante desde el punto de vista personal y profesional, pero debo admitir que se extrañan a los afectos", dijo. Eckerdt, simpatizante “como es lógico” de Peñarol, asegura que cotidianamente sigue la actualidad del país, la provincia y su Basavilbaso. Y afirma confiado que en el próximo mundial de fútbol “la Selección hará un gran papel”, y que la sita ecuménica del más popular de los deportes es también tema de conversación en la isla del extremo Este del Mediterráneo, “a pesar de que muchas veces el problema es la barrera idiomática, particularmente con los turcos, que son memos afectos a incorporar conocimientos de otras lenguas...son defensores a ultranza de sus costumbres e idioma”. “Las diferencias que existen entre los habitantes de la isla seguramente se irán superando con el paso de los años. Se abrieron nuevos pasos fronterizos, y hay jóvenes que comenzaron a tener vínculos, incluso se de personas que se casaron...en fin confío en que este lugar en el mundo, por cierto muy hermoso, sea un lugar de paz y armonía, en el que humildemente -entre los Argentinos que llegaron en procura de facilitar esto- me cuente a mi, un hijo de Basavilbaso”, resumió.