Viernes 28 de Junio de 2013, 19:21

Basavilbasese de 15 años participa del Enduro Cross provincial

| Ornella Corrá, con tan solo quince años, hizo días pasados su primer experiencia en el Enduro Cross de Entre Ríos con un cuatriciclo que le regalaron sus padres, después que lo reclamara por ocho años. "Siempre quise un "cuatri" para llevarlo a una pista", admitió en diálogo con RIEL FM mientras alista todo para volver a correr este fin de semana.


Ornella Corrá tiene quince años, es la menor de la familia. “La nena”, aclara porque sus hermanos mayores, Pablo y Gastón, aseguran que por esta cuestión consiguió el “cuatri”, algo que ella se encarga de relativizar porque “me lo regalaron hace siete meses. Lo venía pidiendo desde los ocho años”, recuerda. La hija de Jorge y Perla lleva en el corazón la pasión por los “fierros” que cree haber heredado por los genes de la familia Battilana, y que en su madre, que “siempre me apoyó”, encuentra “un gran respaldo”. El “cuatri”, que fue parte del regalo de los 15, fue elegido por ella con la intención de llevarlo a una pista. “Fui (en 2012) a la Aldea San Antonio a ver una carrera y me entusiasmé, especialmente con el entorno...yo no quería cualquier “cuatri”, tampoco lo quería para pasear...y me dieron el gusto”, relata. Seguidamente nos comenta que con sus padres y el tío Oscar (Corrá) viajó a Santa Fe y que llegaron al negocio donde comprarían su “cuatri” cuando estaba cerrado, “era la hora de la siesta”, y no conforme con verlo por la vidriera aprovechó un descuido y “me metí por el acceso al taller. Entré al salón -antes de que abriera al público- y me subí”, detalla. “El viaje de regreso fue eterno...una vez que llegamos a “Basso” -poco antes de la medianoche- pude dar una vuelta cortita, escasa para todas las ganas que tenía y debí guardarlo a la espera del nuevo día”, prosiguió. En la charla con RIEL FM la joven piloto contó que a la tarde siguiente “fuimos en patota a dar la primera vuelta. En ese momento la pista (ubicada a la vera de la Ruta 39 a metros del alto nivel) estaba abandonada y por ello la marcha fue “tranqui”, además no quería que me pasara nada”, recuerda. Apenas con una remera de correr, las antiparras que compró meses antes de tener su “cuatri” y “con el casco de mi hermano (Gastón)” comenzó a recorrer la pista como un rutina de entrenamiento que fue incrementando. “Primero una vez por semana, después dos y ahora tres o cuatro veces por semana. Siempre voy con mis viejos, y algunas veces con Gastón que va con su moto y me lleva consejos, los que aprecio y me han sido de utilidad”, dice y en seguida le reconoce a so otro hermano, Pablo, que en su taller “Corranga”, se ocupe de mantener el “cuatri” y que tenga todo en condiciones. El 11 de mayo festejó los 15, sus amigos y familiares casi en su totalidad respetaron su deseo de que los regalos fueran “en efectivo” lo que le permitiría equiparse para entrenar con seguridad. “Fue así que a los regalos de papá y mamá (pecheras, pantalones, casco y guantes) se sumaron aportes económicos que me permitieron comprar botas, un equipo de ropa nuevo, guantes y accesorios para el “cuatri”...ya con la idea fija de correr”, reconoce. “El sábado (8 de junio), en horas del mediodía, llegue a casa y la camioneta estaba con el trailer que me hizo el tío Claudio (Battilana) y sobre él el “cuatri”. Fue una sorpresa, pero aún mayor que mi papá me confirmara que me había inscripto para correr en Gualeguaychú, en la cuarta fecha del Enduro Cross de Entre Ríos”, dijo. Un par de horas después Ornella se mezcló con un centenar de pilotos provenientes de distintos puntos de la provincia y provincias vecinas. “Llegamos re-temprano casi no había nadie...ni bien nos bajamos (de la camioneta) una radio nos hizo una nota”, comenta sonriente y “después de pagar la inscripción y el seguro -con la pulsera que me habilitaba como corredora- salí a probar. Hice un par de vueltas, con algunos saltos que después vi que no eran los que debía hacer...”. “Ese día por la tarde casi no paré de probar”, comenta y que de los demás competidores fue aprendiendo. Que ser la única chica no le dio ventaja alguna, y que su “cuatri” fue el de menor cilindrada en competencia. “El sábado vi una cámara (go pro) para colocar en su casco y con los últimos ahorros que quedaban de los regalos de “cumple” la compré y la instalamos el domingo. La carrera para mi fue con muchos nervios, pero de disfrute a la vez, estaba haciendo lo que quería...hice dos mangas de cuatro vueltas cada una, por suerte no me caí y el “cuatri” terminó intacto”, nos contó. “Fuí la última en la Categoría Cuatriciclos Juvenil, donde los demás corrían con cilindradas más grandes, 250 cc., pero nada me impidió que disfrutara”, se apresura en aclarar mientras nos muestra algunas imágenes de la carrera tomadas por la cámara ubicada sobre la cabeza, en el casco. Ornella asegura que esta fue su primera carrera y que quiere estar el fin de semana en Victoria, pero que también quiere ver la posibilidad de tener un cuatriciclo de mayor cilindrada. “Mis viejos, mis hermanos y tíos me apoyan...estoy feliz por hacer lo que me gusta”, exclama.