| Este jueves, 1º de mayo, con la presencia del Obispo de la Diócesis de Gualeguaychú, Basavilbaso celebró su fiesta patronal y "Día del trabajador". Monseñor Jorge Lozano, que encabezó una multitudinaria procesión por las calles de la ciudad, hizo un llamado a "promover la cultura del trabajo", entendiendo que "enfermedades sociales que tanto nos duelen", como la violencia doméstica y las adicciones, "tienen que ver con la falta de trabajo".
El Obispo de la Diócesis de Gualeguaychú, Monseñor Jorge Eduardo Lozano, encabezó las actividades programadas con motivo de la fiesta patronal de Basavilbaso y "Día del Trabajador". A partir de las 15 numerosos vecinos se congregaron en la plazoleta "San Martín", desde donde, a las 15:30, partieron en procesión hasta el patio de la parroquia.
La tradicional procesión del 1º de mayo fue de las más concurridas de los últimos años, destacándose la cantidad de niños junto a sus padres.
El Obispo, junto al Párroco Raúl Läderach y el sacerdote Oscar Bourlot, celebró la Eucaristía. En su mensaje Monseñor Lozano recordó que días pasados celebró misa en una parroquia que tenía un hermoso cuadro en el que estaba representado Jesús alcanzando herramientas a José, quien estaba trabajando en su mesa de carpintero, y María, haciendo labores con sus manos, escena que grafica a su entender que el "clima donde creció Jesús fue de trabajo, y el trabajo no solo mirado como algo rentable, económico, sino de la dimensión de la laboriosidad".
"Lo que tenemos que promover es la cultura del trabajo", dijo el Obispo al señalar que esto no es más ni menos que "rescatar el valor de la laboriosidad. El valor que tiene hacer algo por los demás...desde ganar el pan con el sudor de la frente para el sustento de la propia familia hasta el colaborar en distintas tareas del ámbito del hogar y de la sociedad". "Debemos Saber que las cosas no nos vienen de arriba, que no nos tenemos que quedar de brazos cruzados", exclamó.
Para el religioso el trabajo "es fundamental en la vida de las familias", y aclaró: "no solo para el sustento sino también para la armonía". Más adelante dijo que algunas de las "enfermedades sociales que tanto nos duelen, aveces ligadas a la violencia doméstica y las adicciones, tienen que ver con la falta de trabajo".
"Todos estamos llamados a recuperar para nuestra vida este valor de la laboriosidad, esforzarnos por promover la cultura del trabajo. No esperar que todo venga de arriba, sino que poner cada uno de nosotros esfuerzo y empeño", enfatizó.
En otro tramo el Obispo de la de la Diócesis de Gualeguaychú recordó a San Juan Pablo II cuando en una de sus Encíclica Sociales decía que el trabajo "es el articulador de la cuestión social", y que a partir de reflexionar sobre el trabajo humano "miramos también la justicia, miramos el cuidado de la creación, la distribución de los bienes, lo que tiene que ver con el bien común y por eso es que es tan importante considerar el trabajo humano en nuestras reflexiones, nuestras búsquedas y en nuestras oraciones. El trabajo tiene que ver con la expresión de lo que humanamente estamos llamados a compartir y a expresar...somos partícipes de la obra creadora de Dios, somos co-creadores, acompañamos Dios quien puso en nuestras manos este mundo inmenso y maravilloso para que podamos vivir con alegría y podamos completar la obra de sus manos".
