Viernes 18 de Julio de 2008, 20:43

Basavilbaso recordó a las víctimas de la AMIA

| La comunidad judía de Basavilbaso evocó este viernes en la sede de la Biblioteca Popular Lucienville, el décimo cuarto aniversario del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que dejó un saldo de 85 víctimas mortales y más de 300 heridos en el ataque antisemita más horrendo ocurrido en nuestro país. En el transcurso de la ceremonia se realizaron invocaciones religiosas a cargo del Pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, Enzo Pellini, del Presbítero Raúl Laderach de la Iglesia Católica y del director Comunitario de la Asociación Israelita de Basavilbaso, Carlos Kusnik.


El Vicepresidente de la Asociación Israelita de Basavilbaso, Tobías Keselman dijo que el 18 de julio de 1994 a las 9:53 de la mañana una bomba destruyó la sede de la AMIA, institución judía dedicada a la asistencia social y a la cultura ubicada en Buenos Aires, dejando 85 muertos y más de 300 heridos. Seguidamente, indicó que Justicia, significa que los responsables, autores intelectuales, conexión local e internacional, se enteren de este acto de recordación y homenaje desde dentro de una celda de detención. "Ojalá en nuestra querida Argentina pudiéramos conocer el nombre y apellido de cada uno de los asesinos de la AMIA. Personas comunes, judíos y no judíos, argentinos y no argentinos, perecieron bajo los escombros de la mutual y desde ese día sus familiares no descansan en paz. En la AMIA o en sus alrededores pudimos haber estado cualquiera de nosotros aquella mañana de Julio de 1994. Por eso, las víctimas del atentado somos todos y por eso reclamamos el esclarecimiento de este atentado, que hoy 14 años después sigue impune", afirmó. Los integrantes de la Asociación Israelita de Basavilbaso como representante político de la comunidad judía local, solamente podemos rendirles homenaje a las víctimas del antisemitismo y a sus familiares y exigimos justicia para demostrar y demostrarnos que en nuestro país rige el estado de derecho, para que los familiares de las victimas, que somos todos, podamos recordarlas en paz. Exactamente un 18 de julio de 1994 una bomba arrasó con el edificio de la AMIA, que truncó sueños y esperanzas y segó la vida de 85 personas dejando, además, centenares de heridos. No debemos olvidar que “Recordar a las victimas del atentado a la AMIA es honrar sus nombres y hacer Memoria. La Memoria es el espejo donde miramos a los ausentes. A través de ella evocamos el pasado y nos proyectamos hacia el futuro”. Fuente: Licenciado Juan César Lacuadra.