| La conmemoración de esta fecha surgió en memoria de los cuatro obreros anarquistas condenados y ejecutados en 1886 por la justicia estadounidense, en el marco de los incidentes que provocó la huelga general en reclamo de la jornada laboral de ocho horas.
Durante el IV Congreso de la Federación Estadounidense del Trabajo en 1884, había resuelto que la duración de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas diarias, que se venía pidiendo desde 1860.
En 1886 el Presidente de los Estados Unidos Unidos, Andew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll y ante el incumplimiento de esta norma por parte de las empresas, las organizaciones sindicales se movilizaron y organizaron una impresionante huelga. El 1º de Mayo, cuando los obreros estadounidenses se congregaron pidiendo las 8 horas de trabajo, fue el tema más épico de toda la historia del movimiento de los trabajadores.
En 1889 la Segunda Internacional instituyó el día internacional del trabajador para perpetuar la memoria de los mártires de Chicago de mayo de 1886 . Esta reivindicación fue emprendida por obreros norteamericanos e inmediatamente adoptada y promovida por la Asociación Internacional de los trabajadores, que la convirtió en demanda común del sector obrero de todo el mundo.
Durante el Siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores, otorgándoles derechos de respeto, retribución y amparo social.
Desde el justicialismo se rescató de la explotación y sometimiento a la clase trabajadora, con la necesidad de la justicia social para concluir con esos males, institucionalizando las organizaciones sindicales para ponerlas al servicio del país.
Como dijera Eva Perón en Plaza de Mayo en 1949: "Cuando la patria estaba lesionada en sus sentimientos más puros, cuando en los hogares argentinos se carecía de todo, cuando los trabajadores no podían tender su mesa, cuando el niño estaba abandonado como lo estaban los ancianos y cuando no había más que desesperanza para todos los humildes y sólo gozaban de felicidad cien familias privilegiadas, surgió un hombre, Juan Domingo Perón que, cansado de tanta injusticia y de ver sufrir a la patria dominada por capitales foráneas sin banderas, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión para remediar tantos males para legar a las futuras generaciones una patria más próspera, más justa y más grande que la que él encontró".
Por: Julio César Aldaz, diputado provincial por el Partido Justicialista.
