Domingo 6 de Abril de 2008, 13:34

El regreso de Jéssica también se espera en Basavilbaso

| Edgardo Almada, el padre, y Luis, el hermano hablaron y contaron las vivencias de este año y medio con Jéssica detenida en España por un delito que no cometió. "Nunca imaginé que podía pasarle algo así. Siempre pensé que la podían joder por ser modelo, pero no de esta manera", enfatizó Luis, uno de los cinco hermanos de la modelo, que recibió a la emisora en la casa de la familia en el barrio "88 Viviendas".


Jéssica Almada tiene 19 años, es noticia nacional desde hace casi un año y medio, y en nuestra provincia caló más hondo aún, pues esta joven modelo, recientemente liberada en España, es de Basavilbaso y pasó un año y cinco meses en una prisión de Barcelona acusada de narcotráficante. “Todo está bien si termina bien”, señala un conocido adagio, sin embargo, la felicidad de Jéssica y su familia por la liberación de hace pocos días fue jalonada por largos meses de preocupación e incertidumbre. Hace cuatro años la decisión familiar fue dejar Basavilbaso para trasladarse a Capital Federal. No fue fácil. Aquí quedarían una abuela, un hermano, otros familiares y amigos. Y si bien en Buenos Aires el futuro era desconocido para todos, nada hacía suponer que para Jéssica, la hija de Edgardo Almada y Alicia Herman, ese futuro depararía soledad, ausencias, dolor e impotencia en una cárcel de España, defendiendo su inocencia lejos de todo y de todos. Jéssica y otra modelo argentina, María Belén Téllez, fueron detenidas el 29 de octubre de 2006 cuando llegaron al aeropuerto El Prat de Barcelona acompañadas por su manager, Alejandro Panno, en cuyo equipaje fueron encontrados 16 kilos de cocaína. La Guardia Civil no halló nada en las valijas de las chicas y su manager afirmó que ellas no tenían nada que ver. Hace cuatro días, después de casi un año y medio en la cárcel, la Justicia española las dejó en libertad luego de confirmar que no estaba “suficientemente acreditado” que las acusadas conocieran el contenido de las valijas que transportaba su representante. [b]Grandes esperanzas[/b] Como no podía ser de otra manera, Edgardo Almada, padre de Jéssica y ex empleado ferroviario de Basso, aceptó dialogar descargar parte de sus tristezas y compartir la actual alegría. “Fue una gran pesadilla. Yo la vi por última vez cuando se fue, y esto resultó muy duro e interminable para todos nosotros”, señaló. “Hubo de todo. Algunos decían que si estaban presas era por algo, y otros las apoyaron y se solidarizaron. Fue una experiencia muy mala y no sé si estamos arrepentidos de algo. Sé que fuimos muy confiados, eso seguro”. Edgardo lamenta no haber podido estar el día del juicio y sueña con el reencuentro. “No sé como será, deseo ir a Basavilbaso para encontrarnos con todos. Somos de allí y deseamos ver a quienes estuvieron siempre con nosotros”, afirma. Resaltó el acompañamiento del Estado y lo hecho por el consulado en Barcelona. Actualmente su esposa y Jéssica están parando en la casa de una familia amiga del cónsul. También posibilitaron que su esposa pudiera viajar a España. “Era una promesa que le habíamos hecho a nuestra hija”, contó. Almada no quiere arriesgar nada sobre el futuro hasta hablar con Jéssica. “Lo que decida será apoyado por todos los miembros de su familia, tenemos grandes esperanzas”. Estos meses no fueron fáciles de afrontar, “yo puse la cara siempre porque sabía que Jéssica no había hecho nada malo. No nos iba a fallar”, afirma. En cuanto a Panno, el representante que terminó con una sentencia de 11 años de prisión y una multa de 2 millones de euros, “reconoció que el equipaje era de él y que las gurisas no tenían nada que ver. Tuvo esa grandeza”, destacó el padre de Jéssica. [b]Desde Basavilbaso[/b] Luis sigue en Basso, es uno de los cinco hermanos de la modelo y contó que ella conoció a Panno en oportunidad de ir a comprar un pasaje, momento que le dio una tarjeta diciéndole que tenía una agencia de modelos. “Le dijo que le mandara un mail y cuando llegó a casa le dijo a mis padres lo que había pasado. Le mandó el mail y le dieron fecha para el casting, al que la acompañó mi mamá. Sus fotos salieron en la tapa de Saber Vivir y nada hacía pensar nada malo”, indicó. El hermano de Jéssica explicó que la joven terminó en ese momento sus estudios y estuvo trabajando de camarera en un barcito de Palermo y luego de secretaria en una clínica. “Iba a la agencia cuando la llamaban para hacer fotos o algún casting. Después renunció para viajar a Barcelona por primera vez donde participaron de un programa de televisión, pero volvió a trabajar a Buenos Aires, hasta que salió este último viaje. Nunca imaginé que podía pasarle algo así. Siempre pensé que la podían joder por ser modelo, pero no de esta manera”, enfatizó el joven. [b]El amor y el destino[/b] Hernán Busto también es parte de esta historia. Es el novio de Jéssica e hizo lo imposible por acompañarla en todo momento. “Perdió casi todo. Vendió el auto y sacó un crédito pensando que iba a conseguir un trabajo y así pagarlo, pero no pudo. Él le dijo que no se volvería a Argentina porque no iba a poder viajar más. Por suerte se quedó ya que esto fue una compañía para ella, si no no lo hubiera soportado”, reconoce el hermano de Jéssica con un enorme agradecimiento. Según Luis, Panno, el representante, llamó el día antes del viaje y le pidió a Jessica que le mandara la valija para cambiarle la ropa ya que tenía que hacerle publicidad a una marca el llegar a España. La chica le contestó que no se la mandaría porque ya la tenía preparada y tenía cosas personales. “Por suerte no le hizo caso y creo que Dios la iluminó, sino mi hermana hoy seguiría presa”, destacó Luis. Al igual que para su padre, el regreso es un momento esperado. “Creo que mi hermana pasó mucho, pero sigue siendo la misma. Lo que vivió le servirá para no ser tan confiada y seguramente le va a costar volver a creer. El día del juicio fue una alegría muy grande y tuvimos confianza de que saldrían bien. Cuando se confirmó el fallo fue una felicidad tremenda y voy por la calle con una sonrisa. Lo bueno fue el apoyo de la gente, entre ellas una mujer que se llama Doris que vive en España, quien la visitaba y apoyaba. Ahora sólo esperamos el regreso”. “Voy a recuperar el año y medio perdido”, dijo feliz “He perdido un año y medio de mi carrera, pero lo voy a recuperar”, aseguró Jéssica Almada durante una rueda de prensa. Tras conocer la sentencia, la modelo explicó que entendía la decisión de los jueces de decretar la prisión provisional. “Tenían motivos. Los tres éramos extranjeros y se nos imputaba un delito grave”, precisó. La abogada de Almada justificó la medida durante la Instrucción de la causa al reconocer que en esos momentos no quedó demostrada la existencia de la agencia de modelos que dirige Panno, ni los contratos de trabajo que habían firmado las jóvenes. Hecho que “ahora sí ha quedado acreditado”. En cualquier caso, los letrados de la modelo estudian presentar una reclamación por el año y medio que su defendida ha pasado en prisión provisional. Fuente: Pablo Bianchi y Silvio Gorge para diario Uno.