En menos de 30 días se registraron tres ataques de yarará

El médico reconoció que los episodios de este tipo son generalmente "muy pocos" por lo que "llama la atención lo ocurrido en este último tiempo", por lo que se comunicará con el área de Epidemiología -atendiendo la complejidad de la cuestión la se da mayormente en la zona rural- para acordar algún tipo de estrategia. "Lo que tiene que saber la población es que los centros de salud están en condiciones de atender estas situaciones, lo importante es que la victima concurra prestamente al hospital, sin tomar ninguna medida salvo lavar la zona de la mordedura", afirmó el Dr. Giordanengo que recomendó "no tratar de perseguir o matar a la víbora para llevarla ante el profesional que atenderá a la persona mordida. Esto no es necesario porque el suero antiofídico que se aplica es polivalente, cubre todas las alternativas de la zona". El profesional comentó que, según los registros del hospital en los últimos casi 30 días, fueron tres personas las atendidas por mordeduras de víboras, dos hombres y una menor, de 12 años, quien debió permanecer varios días internada debido a que tenía comprometido un pie, pero que por suerte evolucionó satisfactoriamente. El caso más reciente fue este domingo, en las primeras horas de la noche, cuando personal del hospital de todos atendió a un vecino, mayor de edad, de la Colonia La Joya quien se encuentra bien con tratamiento ambulatorio. Seguidamente vinculó estos episodios a cambios climáticos que provocaron que se salieran de cause ríos y arroyos, y los pastizales altos. El Profesional circunscribió los ataques a una zona comprendida por la Línea 25, Rocamora, Colonia La Joya y Libaros. Y afirmó que el tratamiento que se debe efectuar a la persona que fue mordida por un reptil debe hacerse en un centro asistencial debido a las prevenciones y precauciones que deben tomarse. Y ratificó: "el factor tiempo es muy importante. La persona mordida por una víbora debe concurrir lo antes posible a un centro asistencial". [b]Medidas a tener en cuenta para prevenir accidentes con ofidios (víboras): [/b] •No salir al campo sin zapatos. Para caminar por la hierba alta o en la maleza lo mejor es llevar pantalón de loneta, con bocamanga ancha, botas altas de cuero o goma gruesa por debajo de los pantalones. •No acercarse a las serpientes. Si no es posible a...lejarse a tiempo, abstenerse de hacer movimientos bruscos. •No tocar nunca a una serpiente, ni siquiera aunque parezca muerta. Algunas se quedan quietas para que no las ataquen. •Cuando se va a realizar una actividad en un área ofidiógena, informarse sobre las serpientes venenosas locales consultando con alguien medianamente conocedor. La mayor parte de ellas viven a nivel del suelo en cuevas, bajo rocas, troncos o arbustos. •Tomar precauciones por la noche, ya que es entonces cuando inician su actividad muchas serpientes. Indicar a los niños que no anden descalzos, que preferentemente lleven botas y una linterna cuando salgan de noche (siempre es preferible que no salgan). Recomendarles que no hostiguen a ninguna serpiente. •Los niños pequeños deben ser llevados en andas al atravesar zonas con potencial presencia de ofidios. •En zonas con ofidios, colocar en las aberturas de las casas alambre tejido o similares a fin de impedir la entrada de los ofidios al domicilio. •No levantar piedras o troncos con las manos desprotegidas, ni meter la mano o el pie en agujeros del terreno, en huecos de árboles, cuevas, nidos y fogones abandonados. Antes de pasar sobre un tronco examinar bien el otro lado por si hay serpientes y, si es posible tantear con un palo. •Mantener el espacio peridomiciliario con pasto corto, libre de malezas y residuos que puedan atraer roedores que constituyen uno de los alimentos de los ofidios. •No dormir en el suelo. Durante el sueño la persona podría colocarse sobre una serpiente al cambiar de postura, ya que ésta podría acercarse guiada por el calor corporal. •Tener precaución al atravesar áreas poco conocidas (pajonales, bosques, zonas inundadas, sendas, etc.), es recomendable hacerlo acompañado por perros lugareños (animal centinela). •En el caso de Micrurus (“Coral”), tener cuidado al trabajar en el suelo, realizar pozos o cavar zanjas, sobre todo al levantar trozos de tierra. Tener especial cuidado con los niños, los que son atraídos por sus colores vivos y su falta de agresividad.