Lunes 5 de Septiembre de 2011, 15:01

Estudiantes impulsan el reciclado de la chatarra tecnológica

| Estudiantes del Tercer año de la Escuela Secundaria Número 10 "Basavilbaso" junto a docentes y el apoyo del municipio lanzaron este lunes una campaña para recolectar artefactos eléctricos en desuso con el propósito de su reutilización.


Alumnos de la Escuela Secundaria Número 10 "Basavilbaso" hicieron saber esta mañana, en declaraciones a RIEL FM, que comenzaron una campaña para recolectar artefactos eléctricos en desuso. Los jóvenes que cursan Tercer año en Gestión y Naturales del ex colegio Nacional retomaron el trabajo que hace dos años hicieron alumnos del establecimiento y que permitió reunir varias toneladas de "basura electrónica". "La tecnología también se recicla", se denomina la compaña que tiene el propósito de recolectar artefactos eléctricos en desuso, procurar su reutilización y evitar que los componentes, muchos de ellos peligrosos, contaminen. "Tenemos por misión ayudar a incorporar el concepto de desarrollo sustentable, y la importancia de la correcta gestión de aparatos electrónicos al finalizar su ciclo de vida útil. La incorporación del concepto reducir, reutilizar, reciclar y revalorizar en relación con la gestión de los electrodomésticos en desuso permitirá reducir la cantidad de residuos que enviamos a la basura", dijo el Profesor Jorge González. El docente precisó que con los chicos pretenden reunir equipos de telefonía fija y celular (teléfonos, celulares, centrales telefónicas, faxes), computadoras, notebooks, monitores, teclados, mouse, equipos de conectividad (decodificadores, módems, hubs, switches, posnets), equipos de impresión (impresoras, copiadoras) y equipos de audio y video, desechos que serán clasificados y separados y luego trasladados a Buenos Aires donde una empresa los revalorizará. González dijo que a los desechos urbanos se los conoce como RAEE, que son básicamente los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, o basura electrónica que incluye a todos los aparatos eléctricos y electrónicos que se acercan al final de su "vida útil" y pasan a ser residuos, considerando todos aquellos componentes y subconjuntos que forman parte del producto en el momento que se desecha. Muchos de estos productos se pueden reutilizar, restaurar o reciclar. Partiendo de la base de que cualquier equipo que necesita electricidad para trabajar es un equipo eléctrico o electrónico, podemos decir que cada producto eléctrico o electrónico consiste básicamente es una combinación de módulos. Los módulos son básicamente similares para todos los equipos de estas características, estos son: conjuntos de circuitos impresos, cables, alambres, plásticos, conductores flexibles, algún dispositivo que permita visualización como tubos de rayos catódicos o pantallas de cristal líquido, además de acumuladores, baterías, medios de almacenamiento de datos, algún elemento que genere luz, resistores, censores, conductores y capacitancias. Dentro de todos estos componentes los mas problemáticos desde el punto de vista medio ambiental son aquellos que contengan metales pesados tales como Mercurio, Plomo, Cadmio, Cromo, sustancias halogenadas como CFCs PCBs, PVCs, algún retardador de llama o también amianto y arsénico. González y sus alumnas Camila Bernik y Yuliana Boujón coincidieron en que se carece de una gestión adecuada de la basura electrónica, por lo cual se está afectado el ambiente y nuestra salud. "Muchos de los aparatos terminan arrojados junto a la basura ordinaria, y es donde comienzan los problemas ya que las sustancias toxicas pueden llegar a afectar recursos como suelo, aire, agua",a firmaron. "Todos estos elementos mal tratados pueden convertirse en contaminantes y tóxicos", dijo el Profesor González que destacó que apoya el proyecto la Municipalidad de Basavilbaso y se descuenta la masiva participación de los vecinos, a los que les recordó que "no se aceptarán transformadores, cartuchos de impresión, toners, calefactores de aceite, lamparitas, pilas y baterías". Finalmente recordó que hace dos años en una campaña similar se reunieron varias toneladas, las que fueron llevadas a Buenos Aiers evitándose que terminaran en el basural a cielo abierto que tiene la ciudad.