| Fabricio González lanzó su primer disco solista, el que en pocas horas es un gran éxito. Pero dice que “lo mejor está por venir” y se ilusiona con ser telonero, el fin de semana en Gualeguaychù, del consagrado Abel Pintos.
Fabricio González, el hijo de Dora (Salazar) y Carlos Daniel (González), nació en el ‘82 en Basavilbaso, donde vive y cría a sus cuatro hijos Dana, Nicoll, Ángel y Mateo. Desde los 5 años, cuando se subió por primera vez a un escenario, dice que lo que más le gusta la en la vida es cantar.
“A los 8 acepté el desafío de subir al escenario de Ramsar y acompañar al popular Joselo Maquiavelo que tenía problemas en la voz. Necesite la ayuda de la gente para llegar...y una vez arriba empecé a cantar y la gente no paró de alentarme y pedir “otra, otra”...fue una noche increíble, inolvidable”, recuerda.
A partir de los cuatro temas que hizo con el músico de Rosario del Tala en cada uno de los sucesivos bailes lo invitaban a cantar, lo hizo -entre otros- con los grupos Caribe y Galaxia de Villaguay y La Fuerza de Maciá. Después formó parte de dos grupos musicales de Gualeguaychù, del que recuerda con especial emoción a Reflejo de Luna.
Fabricio, al que se identifica con la movida tropical, asegura que le gustan todos los estilos y que interpretó tanto folklore como música latina. “Con una banda hacíamos música del recuerdo, con los clásicos que Los Iracundos, y recorrimos gran parte de la provincia...aunque lo mejor estaba por venir y fue cuando ingresé a Los Cristales, de Rosario del Tala, con los que no parábamos de tocar”, asegura.
El cantante dice que llegaron a ser escuchados por el productor Pepe Parada y que los tentó para llevarlos a la TV, al programa A Pleno Sábado que emitía el canal América 2, pero “no se dio porque unos días antes de la fecha que nos habían dado decido abandonar el grupo. La verdad es que estaba cansado del clima interno, de las diferencias permanentes que existía con algunos de los integrantes y no daba para más”, resume.
Después, junto a Martín Castillo, forman La Segunda, el que sería su primer grupo de música tropical y con el cual hizo innumerables presentaciones en Basavilbaso y toda la zona, pero las mieles del éxito fueron efímeras y una vez más discusiones internas terminan con un portazo de Fabricio.
Algunos meses después, y mientras la idea de un disco solista maduraba, se sumó a un proyecto conocido como El Deskyt con el que vuelve a los escenarios con singular repercusión. “La verdad es que o puedo quejarme del presente musical que me toca vivir, pero tampoco podía prolongar en el tiempo una idea de años como lo es tener un disco solista y por eso es que surgió: “Pasión sin límites”, que reúne lo que a mi entender son 15 grandes éxitos, temas muy conocidos por todos, y que la gente quiere; desde que fue anticipado por la radio (RIEL FM) no deja de escucharse en el pueblo (Basavilbaso)y en un día se vendieron 400 copias y la demanda es constante, sostenida. Es una muestra de que a la gente le gusto y esto me pone muy feliz”, afirma.
Fabricio dice que “lo mejor está por venir” y se ilusiona que con sus compañeros de El Deskyt, Mario Miguez, Martín Castillo, Héctor Velásquez, “Lolo” Mansilla, Gastón Cáseres y Joel Moreno, espera no desaprovechar ser teloneros, el fin de semana en Gualeguaychù, del consagrado Abel Pintos.
