Viernes 28 de Octubre de 2016, 10:18

Gobierno incómodo

Opinión | Pese al esfuerzo sigue "torcido el barco", y los "prácticos" no parece que conformen al líder de la "tripulación".

El gobierno local es un gobierno al que se lo ve incómodo. Cada vez que puede el Intendente habla de equipo (pero a la luz de lo que pasó en este primer cuarto de su gobierno) nada más parecido a un puñado de individualidades con buenas intenciones que suma casi igual cantidad de aciertos como errores. El problema que nos ocupa se podía analizar desde diversos aspectos, pero claramente hay uno que sobresale: Hein es personalista, desconfiado y reniega de la política. Lo último lo superará con más política, por lo demás lo primero que debería incorporar es que casi nada se puede hacer solo, menos en la administración pública. Que debe y tiene que aprender a delegar, y exigir de sus colaboradores compromiso, responsabilidad y la mayor eficiencia posible -porque los aciertos serán el mayor capital político de su gestión, y de lo que no resulte se contabilizará en la columna de los costos-. Así como "fino" son los números de la economía municipal -algo que el Intendente sabe y bien, y en lo que trabaja para tratar de cambiar- lo son también los "créditos" que los vecinos damos a nuestros gobernantes. La administración que gobierna el Municipio desde el 10 de diciembre llegó "con vientos fuertes" y "el barco torcido", le escuchamos decir a Hein, y la verdad es que no pareciera que hasta ahora lograra conducir ("el barco") por el canal que lo lleve a puerto. Los "prácticos" no lo conforman, y señales sobre esto da constantemente; la búsqueda de otros es la confirmación. Por ello es que creo oportuno -como lo hice en otras ocasiones- sugerirle que escuche a los que lo antecedieron, que seguramente en ellos encontrará algunas experiencias que lo ayuden. El Intendente debe tener conocimiento total de lo que pasa en su gobierno, pero no le será posible gobernar sin delegar, algo que no es tan sencillo, como tampoco conseguir en quién delegar. Peor aún -por más que reniegue- la cuestión es política y lo que determine tendrá efectos políticos. Por todo lo que la ciudad necesita del éxito de su gestión es que me permito recordarle que fue elegido para capitán del barco, y que es el responsable de los marineros. Evite que el tiempo pase y el agua siga ingresando al casco. Tomé las medidas que que tenga que tomar, pero hágalo ya.