Domingo 15 de Noviembre de 2009, 14:41

Hace 5 años moría Yolanda Guarischi

| El 15 de noviembre del 2004, a las 22 horas, en el hospital “Sagrado Corazón de Jesús” moría Yolanda Violeta Guarischi, destacada referente del justicialismo. Sufría de una grave afección que la había alejado de la vida pública, sus restos fueron sepultados en el Cementerio Municipal acompañados de una multitud. A cinco años de su paso a la inmortalidad la “Evita” de Basavilbaso es recordada por su incansable trabajo social en favor de los más desprotegidos.


La noticia de su muerte, algo que se presumía por lo delicado del cuadro clínico que presentaba y que la había alejado de la vida pública, causó enorme hondo dolor. Su figura, en el tiempo, dejó de ser patrimonio del justicialismo local, convirtiéndose en una referencia de la mujer en la política local y departamental. “Yoli” como se la conocía fue la primer mujer que consiguió una banca en el HCD local -en la gestión de Ramón Manzur- aunque el ejercicio del cargo para el que fue elegida por el voto popular se truncó con el golpe del ‘76, y desde 1991 hasta 1995 se desempeño como Secretaria de Acción Social Municipal de la gestión del Dr. Roberto Lescano. Su activa militancia política la proyecto claramente entre las más destacadas del peronismo, pero su incansable trabajo a favor de los más humildes hizo que merecidamente muchos la apodaran la “Evita” de Basavilbaso. Felizmente para “Yoli” el reconocimiento de la gente y de los dirigentes no llegó con su muerte, tanto desde su partido como desde las fuerzas donde se congregaban sus circunstanciales rivales se destacó su militancia política en épocas difíciles para el país, incluso cuando el peronismo estuvo proscripto y su idolatría a “Evita”. Fue miembro de la conducción partidaria local y llegó a ejercer su presidencia. Al momento de su muerte era miembro titular del Concejo de Unidades Básicas del PJ local. Pieza clave en la fundación de la Agrupación “Evita”, línea interna del partido que llegó en varias oportunidades no solo a imponerse en el gobierno partidario, sino a superar con sus candidatos a los circunstanciales rivales y ocupar la intendencia, alcanzar bancas en la legislatura y el gobierno provincial; y no en pocas oportunidades rechazó el ofrecimiento de candidaturas y cargos políticos. Fue precandidata a la presidencia municipal, pero no alcanzó ese objetivo al perder la interna con Julio Aldáz. Tiempo después el triunfo radical, de la mano de Ángel Medina, terminó por provocar un temporáneo distanciamiento con algunos dirigentes que le endilgaron la responsabilidad de la derrota. Con el tiempo el PJ recuperó el gobierno de Basavilbaso y su “ostracismo político” en una constante fuente de consulta. En 2003, apoyando la precandidatura a intendente del Dr. Roberto Lescano, realizó un crudo informe sobre la situación partidaria aspirando a su presidencia, que no logra por la derrota que vuelve a sufrir su sector. El revés electoral no logró que esta luchadora de la política bajara los brazos y pese a quedar en minoría, se sumó a la actual conducción, aunque la fidelidad a su compañero de toda la vida, su esposo Luis, conocido por el cariñoso apodo de “chiquito”, y una prolongada convalecencia de éste le impedían participar de las reuniones y actos, pero nada le impedía permanecer junto a los vecinos mas humildes a quienes acompañó en momentos de necesidades y colaborando en la concreción de proyectos, pese a sus propias dificultades económicas y problemas de salud. La perdida de “Yoli” causó gran congoja y dolor. Su despedida fue multitudinaria, y entre los familiares, allegados, compañeros y compañeras de militancia, dirigentes y simpatizantes del PJ, se pudo ver a referentes de otras expresiones políticas, en lo que fue una clara demostración del respeto que se supo ganar, pero lo más conmovedor el espontáneo aplauso que le ofrecieron esos anónimos vecinos, los mas humildes, que alguna vez estrecharon su mano solidaria y afectuosa.