Viernes 25 de Noviembre de 2011, 14:08

La chatarra tecnológica, un problema de todos

| Estudiantes secundarios y docentes culminan esta semana la campaña 2011 de recolección de artefactos eléctricos en desuso. Las acciones, en procura de generar conciencia en el manejo de los residuos y la necesidad de implementar políticas de reciclado de la "chatarra tecnológica", son impulsadas desde hace tres años, por la Escuela Secundaria Número 10 "Basavilbaso".


Los alumnos de 3ro. de Naturales y Gestión de la Escuela Secundaria Número 10 "Basavilbaso" recorrieron -las últimas semanas- la ciudad en procura de que los vecinos tomen conciencia de la necesidad de dar un tratamiento adecuado a la "chatarra tecnológica" ante el peligro potencial que representa su reducción de una manera no adecuada. "La mayoría de los componentes electrónicos contienen metales pesados tales como Mercurio, Plomo, Cadmio, Cromo, sustancias halogenadas como CFCs PCBs, PVCs, algún retardador de llama o también amianto y arsénico, y es potencialmente peligroso colocarlos junto a los residuos domiciliarios", explicó uno de los estudiantes que afirmó que "la tecnología también se recicla", y es con ese propósito que tomaron la posta de sus compañeros, de la Promoción 2009, y salieron a la calle a recolectar artefactos eléctricos en desuso con el propósito de su reutilización. Estas acciones de promover que la población adopte el concepto de desarrollo sustentable, y la importancia de la correcta gestión de aparatos electrónicos al finalizar su ciclo de vida útil, está incorporada en los estudiantes de la Escuela Secundaria Nº 10, pero ellos sueñan que en el 2012 se logre sumar a estudiantes de otras instituciones. Jorge González dijo que la incorporación del concepto "reducir, reutilizar, reciclar y revalorizar en relación con la gestión de los electrodomésticos en desuso permitirá reducir la cantidad de residuos que enviamos a la basura". Por otra parte el docente dijo que según las estadísticas el 75 por ciento de los aparatos electrónicos viejos se encuentra almacenados en casas y oficinas, ocupando espacio (en armarios, cajones, cuartos enteros), incomodando, y generando un despilfarro de recursos. Y mucho de esto debido en parte a la incertidumbre de cómo manejar estos materiales. Por último González aseguró que el impacto de un manejo no apropiado recae en el medio ambiente, las comunidades vecinas, ya que por lo general penetran en los mantos acuíferos, deja suelos contaminados y polucionan el aire.