La Iglesia valoró el acuerdo superador que se logró con

"Son espacios que hay que propiciar para alcanzar un acuerdo definitivo y superador", dijeron a DyN desde la Comisión Episcopal de Pastoral Social, que preside el obispo Jorge Casaretto (San Isidro). Ese organismo episcopal ofreció oportunamente, junto a la Comisión Nacional de Justicia y Paz a cargo de Eduardo Serantes, realizar una gestión de "buenos oficios" a fin de evitar que crezca el "clima de confrontación" entre los argentinos y para que las partes se sentaran a negociar en pleno paro agropecuario con cortes de ruta y desabastecimiento de alimentos. Esa inquietud "pastoral" de la Iglesia sólo se tradujo este miércoles en el gesto de ir a rezar por la patria en la basílica de Luján, donde los obispos exhortaron a un diálogo sin imposiciones y pidieron a la Virgen que los argentinos puedan "cultivar la convicción de que sentarse a dialogar no es reunirse para prevalecer o imponer, o convencer al otro". El jueves, cuatro obispos encabezados por Casaretto recibieron a los presidentes de las entidades representativas del agro, quienes transmitieron su punto de vista sobre la crisis por las retenciones móviles y su "alta expectativa" por la reunión que mantuvieron ayer con la presidente Cristina Kirchner para destrabar el conflicto, que al salir evaluaron como "positiva". A pesar de que no emitieron un documento sobre ésta y otras cuestiones coyunturales, los obispos dejaron trascender informalmente su preocupación por el proyecto oficial para despenalizar la tenencia de droga, al que consideran "un despropósito en un país que dejó de ser de paso para ser de consumo", y por los "ataques" y "presiones" que sufre la prensa. No obstante hoy, al cabo de las deliberaciones en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera de Pilar, el centenar de obispos emitieron un mensaje animando a los católicos a "vivir la fe y la misión con entusiasmo y pasión, en el espíritu de la misión de todo el continente". La iniciativa pastoral surgió tras dedicar varias jornadas a preparar la misión propuesta por los obispos latinoamericanos en el Documento de Aparecida, a fin de "aggiornar" la evangelización, salir al encuentro de los excluidos sociales y eclesiales, y frenar la sangría de católicos a grupos evangélicos, sobre todo pentecostales. "La caridad de Cristo nos urge. Somos conscientes de que ser mejores discípulos y misioneros de Jesucristo es un bien para la Iglesia y un servicio para nuestra Patria", subrayaron en el breve texto difundido por correo electrónico. A lo largo de estas jornadas, el plenario también escuchó un informe sobre la movilidad humana a cargo del presidente de la Comisión Episcopal para las Migraciones y el Turismo, monseñor Rubén Oscar Frassia. El prelado consideró que las migraciones son "un reto insoslayable para los gobiernos y sus pueblos", y estimó que corresponde a los gobiernos regular los flujos migratorios respetando la dignidad de las personas y las necesidades de sus familias". Fuente: DyN.