Lunes 15 de Diciembre de 2008, 19:03

La "sensación" de inseguridad llegó a las colo

| En Colonia “La Joya”, Estación Libaros, y Colonia “Almada”, Estación Rocamora, ambas del Departamento Uruguay, personas desconocidas, “amigos de lo ajeno”, aprovechando los concurridos actos de fin de curso de las escuelas Número 35 “Rubén Darío” y 23 “Alejo Peyret”, para “visitar” varias viviendas. Llamativamente, y pese a que por sus manos pasaron cifras en dinero muy importantes, se limitaron a provocar un gran desorden y sustraer elementos de menor valor.

Fueron en total seis las propiedades que recibieron las extrañas “visitas” en dos colonias del Departamento Uruguay. Coincidentemente el “La Joya” y Rocamora las comunidades despedían el ciclo lectivo, y como tradicionalmente ocurre las reuniones son masivas, prácticamente no faltó nadie, situación que seguramente facilitó el accionar de quién o quienes violentaron la propiedad privada. En todos los casos los el o los malvivientes se preocuparon de provocar un gran desorden, de dejar a la vista que hasta el lugar no llegaron con el propósito de alzarse con algo de valor, como muestra de ello en una de las fincas había guardada una suma muy importante de dinero -algunos hablan de $60 mil- los que fueron extraídos de un maletín y esparcidos sobre una cama. La novedad se conoció poco antes de la medianoche cuando Samuel Lind (34) ingresó a su casa, ubicada a unos mil metros de la escuela Número 35 “Rubén Darío”, y encuentra que había una ventana que presentaba signos de haber sido violentada y en el interior signos de que sus cosas habían sido revisadas minuciosamente. El hombre declaró que le sustrajeron un cheque, por un monto importante, sobre una sucursal del Banco Macro de la Provincia de Buenos Aires, una alcancía, con unos $100 en monedas y un reloj pulsera. La situación no tardó en ser conocida por los demás habitantes de la colonia que retornaron a sus casas para chequear que todo estuviese en orden, no fue el caso de Oscar Ziegler (36) que se encontró con que forzaron la puerta de ingreso a su vivienda y que del interior, tras provocar un gran desorden, le sustrajeron un teléfono celular y un anillo de oro, además de notar el faltante de un taladro y una motosierra. Santiago Ziegler (65), el padre de Oscar, también recibió “visitas”. En su casa no hay evidencias que forzaran puertas o ventanas para ingresar y sustraer varias pulseras de plata y una cadena de oro. Por otra parte, en lo que se presume el final del raid delictivo, otro integrante de la familia Ziegler, Hugo (33), hijo de Santiago y hermano de Oscar, se encontró con un gran desorden en su casa y el faltante de un teléfono celular. No sería para nada descabellado unir estos episodios con lo ocurrido en la Colonia “Almada”, más precisamente en una propiedad del ex Senador Ángel Medina (63) a la que entraron por los techos, y aprovechando que no había nadie, revisaron cada dependencia destrozando varias puertas. Medina dijo estar muy agradecido por el accionar de la Policía, pero dudo que sea sencillo dar con el o los autores, no descartando que los hechos tengan vinculación. Fuentes cercanas a quines realizan la investigación no terminan de entender que mensaje encierra el proceder de quién o quines ingresaron a las viviendas. Casi no quedan dudas que conocían el lugar, el movimiento de los dueños o moradores, y además de contaron con algún medio para desplazarse debido a la distancia existente entre una y otra casa. Pero aún es más llamativo que habiendo fuertes sumas de dinero y elementos de valor estos quedaran al descubierto, puestos sobre la cama, una mesa o un sillón.