Miles de peregrinos de todo el mundo despiden al Papa

En la capilla Clementina del Palacio Apostólico se cumplió la primera estación de las exequias con el Papa Wojtyla yacente sobre un catafalco para que los purpurados y, por primera vez, las autoridades italianas y el Cuerpo Diplomático le rindieran tributo. Las señales de sufrimiento de los últimos meses que se podían apreciar en el rostro del Papa, que aparecía, sin embargo, sereno, y las manos blanquísimas que estrechaban un rosario. Juan Pablo II vestía los hábitos pontificales: sotana blanca y casulla roja, sobre la que le fue colocado el "palio" -la estola de lana blanca con cruces negras signo litúrgico de honor y jurisdicción. Sobre la cabeza, la mitra y apoyado a su cuerpo, el báculo. Desde hoy y por tres días se permitirá que peregrinos de todo el mundo le den el último adios. Las expresiones de dolor por el fallecimiento del Santo Padre se multiplican en todo el mundo. En nuestra redacion entre otros dejo su testimonio el Diputado Justicialista Julio Cesar Aldaz, quien expresó: Nuestro Padre Santo, Juan Pablo, ha retornado al hogar del Padre", todos nos sentimos huérfanos expresó el Arzobispo argentino Leonardo Sandri ante una multitud en Plaza San Pedro, al anunciar la muerte de Juan Pablo II. La desaparición física de Juan Pablo II ha provocado congoja y consternación a todos los hombres y mujeres del mundo, más allá de sus convicciones religiosas y representa la ausencia de una figura vital de la historia universal del último cuarto de siglo. Como cabeza visible de la Iglesia Católica Apostólica Romana y del influyente y determinante Estado Vaticano desde el 16 de octubre de 1978, estuvo signado por grandes cambios estructurales en lo cultural, ideológico, financiero y hasta graves situaciones bélicas tuvieron sin dudas a Karol Wojtyla como mediador, apaciguador o negociador calificado en la búsqueda permanente de salidas pacíficas basadas en la tolerancia, el diálogo y el respeto mutuo. La mediación papal en el Beagle ante el peligro de una guerra entre hermanos que evitó el conflicto limítrofe entre Chile y Argentina en la víspera de la Navidad de 1978 y Malvinas, su llegada a Buenos Aires en 1982, para ayudar a la sociedad a digerir que la derrota en las Malvinas era inevitable, justo en el día de su deceso (2 de abril) evocamos su activa mediación e influencia. No es casual que bajo su pontificado ocupando el sitial de Pedro, casi 21 siglos después un Papa ingresara en una sinagoga o una mezquita, dándole auténtica validez al principio largamente pregonado de un Dios único y universal común a todos, por lo que será recordado por las generaciones futuras, más allá de otros acontecimientos importantes en la vida de este incansable viajero polaco que transformó el papado al llevar su mensaje a todos los rincones del mundo, hoy descansa en paz", expresó en un comunicado el Diputado Aldaz.