| “Yo soy un intermediario, el que sana es Dios”, asegura el cura “sanador” Juan Diego Escobar. El sacerdote de la iglesia “San Lucas Evangelista”, de Lucas González, concelebró ayer con el padre Raúl Läderach una misa que contó con la presencia de una multitud de fieles.
El padre Juan Diego Escobar, nació en Colombia y desde hace unos años está al frente de la iglesia católica de Lucas González, diócesis de Paraná. Asegura ser parte del movimiento carismático y su “fama” atrajo [imgTexto=DSC07853.jpg]unas 2000 mil personas que colmaron el patio de la parroquia “San José Obrero” de Basavilbaso. [/imgTexto]Muchísimos devotos vinieron desde ciudades y pueblos de los alrededores y participaron activamente de una misa muy parecida a las que habitualmente se hacen en Basavilbaso, pero con la impronta de un religioso que incorporó algunas canciones a pasajes de la liturgia.
La celebración no fue de bendiciones, porque según dijo el cura no se contaba con la autorización del obispado de Gualeguaychu, pero en la parte final de la reunión, que duró casi 5 horas, [imgTexto=DSC07855.jpg]el visitante junto al sacerdote local se mezclaron entre los fieles, primero con la imagen del Santísimo Sacramento[/imgTexto] y luego untando con Aceite Sacramental uno a uno a quienes manifestaron su deseo de llevar una protección contra las enfermedades.
[imgTexto=DSC07845.jpg]El “cura sanador” se rió de la “fama” que le han hecho y reiteró que el no cura “es Jesucristo el que cura”.[/imgTexto] Seguidamente admitió tener el carisma de recibir el don del Señor para que sane y “sólo presto las manos, todo mi ser para que él actúe, pero además está la fe de la gente”, exclamó
“La gente esta necesitando de Dios”, afirmó el sacerdote que criticó que se lo busque en curas sanadores o en curanderos, “él está en el templo y en la eucaristía” y si se lo busca a Cristo “todo cambia para mejor”, afirmó.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue [imgTexto=DSC07859.jpg]el rezo del cura frente al Santísimo Sacramento[/imgTexto], acompañado del Padre Raúl y seguido por una docena de monaguillos y la multitud que cubrió el patio interno de la parroquia local. “Sólo Dios puede sanar”, insistió el padre Juan Diego al rezar junto a los fieles.
