Lunes 13 de Diciembre de 2010, 17:46

Murió Gregorio Denis

| Este lunes, a las 11,26 horas, murió Gregorio Denis. “Goyo” luchó con todas sus fuerzas contra una prolongada afección respiratoria, pero sobretodo con el dolor que le causó el deceso de su hijo Miguel.


Don Gregorio estaba desde el viernes internado en el hospital “Sagrado Corazón de Jesús”. Su principal afección era respiratoria, pero sin dudas que su cuadro general de salud había desmejorado muchísimo después del fallecimiento de su hijo Miguel, ocurrida a fines de junio de este año. “Goyo” tenía 81 años, y muy bien vividos. El mismo lo decía, y con inocultable orgullo, que con su esposa, Ruperta Correa, habían formado una familia hermosa, y respetada. Cuatro hijos, cuatro nietos y un bisnieto lo idolatraron y disfrutaron. Gregorio era hijo de Gregoria Obispo y José María Denis, de ellos heredó su histrionismo y el amor por la música. Y se encargó, hasta sus últimos días, de transmitirlo con un profundo amor. Guardaba en sus memorias el paso por el ferrocarril, del que fue peón general, pero atesoraba sobremanera el recuerdo de “La Estrellita” y “La Nueva Estrella”, el nombre comercial del patio de su casa convertido en pista de populosos bailes que anunciaba con la voz del “Turco Rutor”, como identificaba a Néstor Gorge. Los bailes de Don Gregorio fueron famosos por casi tres décadas, entre fines de los años ’60 y comienzos de los ’90. Pasaron artistas de todas las latitudes, sonaron “los negros redondos” (por los LP cuando no había “orquesta” en vivo) y las frías noches de carnaval tenían “calefacción central” (una “estufa”, construida en tachos de combustible en desuso que quemaban leños, en un lugar destacado de la pista). Muchas veces el éxito de un fin de semana de bailes servia para financiar las fiestas organizaba para agasajar a sus vecinos, era frecuente que juntara las monedas para lograr cancelar el pago del cachet de los músicos convocados, y no pocas veces para honrar sus compromisos sacaba de su sueldo de ferroviario. Esta mañana la noticia de su fallecimiento causó gran consternación entre los vecinos de su barrio, pero también en toda la ciudad de la que se ganó un gran respeto.