Sábado 9 de Mayo de 2009, 15:13

Oraldo Britos visitó Basavilbaso

| Fue con motivo de conmemorarse el 90 aniversario del natalicio de María Eva Duarte, “Evita” el Partido Justicialista local y la UATRE organizaron este viernes una charla con la presencia del dirigente. “Evita, desde su mensaje y ejemplo, ha dejado de pertenecernos, se ha universalizado. Es la luz que cada vez con más fuerzas ilumina las duras y oscuras sendas de los desposeídos”.


En la mesa que le dio la bienvenida en la sede del PJ se encontraban la Intendente, Blanca Rossi, la ex diputada justicialista, Sara Amavet, el Gerente del Instituto Autárquico Provincial del Seguro de Entre Ríos (IAPSER), Sergio Carlín, por la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) de Concepción del Uruguay, Marío López y el Presidente del Partido Justicialista, Rubén Barac. También participó de la charla el Suboficial Mayor (R) Andrés López, ex jefe de la custodia del General Juan Domingo Perón. Amavet fue quién con sentidas palabras presentó a Oraldo Norvel Britos. Lo elogió por su militancia y compromiso para con el movimiento, pero particularmente por no olvidar sus orígenes. El ilustre visitante hizo un atrapante relato sobre el génesis del peronismo. Con palabras sencillas, y datos precisos, comentó al auditorio, colmado de dirigentes, militantes y simpatizantes, como era la vida de los pueblos del interior, su niñez y adolescencia en momentos en que reinaba la exclusión y las postergaciones. Se refirió a su niñez en San Luis admitió que las carencias eran casi absolutas. “No había agua corriente, tomábamos el agua de las acequias”, recordó; “el techo de la casa era de cañas y sus pisos de tierra”. “A partir de la llegada de Juan Domingo Perón a la Presidencia, comenzó a mejorar todo”, aseguró y enumeró los cambios que se produjeron, principalmente mencionó los beneficios a los que accedieron los obreros: mejores condiciones laborales, sueldos y la creación del aguinaldo. Fue entonces que citó a la “libreta negra”, la de un carnicero de su barrio de quién, como otros tantos humildes del barrio, recibía muy malos tratos, los que cambiaron cuando “mi padre comenzó a recibir los beneficios de la Revolución y se puso al día, entonces eme preguntaba si no necesitaba algo más”, dijo dibujando una sonrisa. Britos rememoró los 700 kilómetros que recorrió en bicicleta, desde San Luis a Buenos Aires, junto a tres amigos, con el propósito de ver a “Evita”. “Ella nos recibió, en su despacho de la calle Perú, a las 3 de la mañana, pero era tan grande la emoción que sentimos que no pudimos decirle nada, a pesar del interés de “Evita” por saber de nosotros y que nos había movilizado hasta Buenos Aires”. Al contar datos precisos el accionar de la compañera de perón el dirigente, testigo de la historia Argentina contemporánea, que impulsó personalmente la consagración del voto femenino y la generación de espacios para que se terminara con eso de “las mujeres nacen, paren y mueren”. “Evita, desde su mensaje y ejemplo, ha dejado de pertenecernos, se ha universalizad. Es la luz que cada vez con más fuerzas ilumina las duras y oscuras sendas de los desposeídos”, afirmó. Britos reconoció que de la mano de los cambios producidos por Perón se convirtió en uno de los dirigentes políticos formado primero como sindica¬lista, llegó a ser Secretario General de la CGT y de las 62 de Villa Mercedes, San Luis, y dirigente de la Unión Ferroviaria, y entre 1973 y 1976 fue Senador nacional por su provincia. “Preservar nuestra doctrina es fundamental, es la escalera para el logro po¬lítico, es una obligación releerlo a Perón, y saber interpretarlo. Los enemigos del movimiento tienen la virtud de distorsionarlo todo”, dijo en veterano dirigente. Seguidamente reclamó “sinceridad” y “humildad” en los que gobiernan en nombre del peronismo, un movimiento al que calificó de “atípico”, porque surge sus fuerzas radican en el sector obrero, “columna verte¬bral del peronismo”, y en la capacidad de sus dirigentes en transformar las postergaciones en oportunidades.