Viernes 12 de Julio de 2013, 22:52

Ordenaron detener a Ricardo Jaime

| El Juez Claudio Bonadio procesó con prisión preventiva al ex Secretario de Transporte del kirchnerismo por un caso de corrupción. Ordenó su captura a la Policía Federal para que detengan inmediatamente a quien fuera un hombre de absoluta confianza de Néstor Kirchner y que estuvo en su cargo desde 2003 hasta 2009, un años antes fue "huésped de honor" en Basavilbaso.


Ricardo Jaime, que el 21 de agosto de 2008 fue declarado huésped de honor por la administración de Blanca Rossi en oportunidad de su visita a la ciudad con motivo del lanzamiento del plan de reactivación ferroviaria provincial, está procesado por una defraudación contra las arcas públicas por dos millones de pesos y se ordenó su inmediata detención. La decisión del Juez Bonadio se basa en la cantidad de causas abiertas que tiene el funcionario, varias de ellas elevadas a juicio oral y público. Jaime debe ir a juicio porque empresarios del transporte le pagaban viajes en taxis aéreos para que fuera a pasear lejos de Buenos Aires. Otra causa que lo compromete es porque el dueño de la Terminal de Ómnibus de Retiro, que obtuvo una concesión bajo la órbita de Jaime, pagaba el alquiler de su departamento. El tercer juicio comenzará el 30 de julio en Córdoba porque Jaime intentó robarse pruebas de un allanamiento correspondiente a la causa por enriquecimiento ilícito en la que un peritaje determinó que no puede justificar sus bienes. Tal vez la más grave de las acusaciones en su contra es la que lo llevará a sentarse en el banquillo de los acusados por la Tragedia de Once. Bonadio lo procesó, la Cámara Federal confirmó ese procesamiento y el Tribunal Oral Federal 2 se apresta a iniciar el juicio. Jaime junto a su sucesor en el cargo, Juan Pablo Schiavi, entre otros, deberán responder por los cargos de no haber controlado el modo en que se administraban los millonarios fondos estatales destinados a la explotación del Ferrocarril Sarmiento. Con esa cantidad de expedientes en las puertas del juicio oral y con, además, unos quince procesos abiertos por casos de corrupción, el juez Bonadio consideró que existe peligro de fuga de Jaime y de entorpecimiento de las investigaciones en trámite. Y por eso ordenó detenerlo.