| El basavilbasense Gabriel Zabal, un estudiante avanzado de cine, cubre para una agencia de noticias el mayor Festival Internacional de Cine Independiente del cono sur. En su último artículo sobre el Bafici analiza P3nd3jo5, el último film de Raúl Perrone, un realizador ícono del cine independiente nacional.
El “Perro”, como se lo conoce en el ambiente, siempre nos habla de un mundo desconocido y crudo del cual el cine convencional suele olvidarse para dar lugar a elementos, lugares, personajes e historias más estetizantes para el público.
En esta oportunidad, el cineasta nos lleva a un lugar que él conoce desde chico, su barrio, la localidad bonaerense de Ituzaingó. Aquí regala su mirada particular sobre un grupo de personas que dan vida, entre otras, a la plaza de este lugar.
Ellos son un grupo de siete chicos cuyas edades oscilan entre los catorce y veinte años y, como es sabido, en esas edades prima el tiempo de aprendizajes, pérdidas, conflictos familiares, entre otros acontecimientos. La adolescencia misma en su estado más puro.Si bien en films anteriores, que también participaron en pasadas ediciones del Bafici, el bonaerense eligió narraciones tradicionales, en esta oportunidad nos encontramos con un relato que alterna su narración por varios estilos cinematográficos y de video.
P3nd3jo5 es una película rodada en un crudo blanco y negro, muda con sus diálogos en placas, que varía su narración entre cine mudo tradicional y pasa por una estética de video clip, alternándose con el estilo propio del video arte.
También en la elección de planos deja lugar a un homenaje a La Passion de Jeanne d’Arc de 1928, del director danés Carl Theodor Dreyer,película que en su momento rompió las formas de un relato clásico, que proponía un combinación progresiva en el tamaño de los planos según la acción que se desarrollaba en el film, utilizando en todo el largometraje solo primeros planos.
Esta decisión del director hace que se convierta el relato en una obra más que rica para cinéfilos, ya que retomar estilos primarios para retomarlos y resignificarlos con los códigos de representación modernos es un ejercicio del cual siempre nos deja saldos muy positivos para entender cómo funciona la articulación de la imagen y el sonido.
Sin dudas, esta película de Perrone estará disputando el primer lugar en la competencia nacional de largometrajes de este año, tal como lo vienen haciendo sus film anteriores, que nunca pasan desapercibidos donde se presenten, por su riqueza visual y artística.
Fuente: Gabriel Zabal/AIM.
