| María Eva Duarte de Perón cumpliría este 7 de mayo 92 años y el Vocal del Consejo Provincial del Partido Justicialista (PJ), Julio César Aldáz la consideró "emblema del despertar de la masa adormecida, acallada". Afirmó que el pueblo "la cobijó con su cariño y gratitud por su majestuosa obra en procura de alcanzar la justicia social, donde la dignidad del hombre, la reivindicación de sus derechos básicos, la felicidad y unión de la familia, fueron sus banderas".
"Eva Perón fue el emblema del despertar de la masa adormecida, acallada, que por primera vez se hacía partícipe de su propia historia, decidiendo su propio rumbo y marcha. Evita enalteció la política convirtiéndola en un instrumento de justicia, hizo del amor el fundamento de su acción, sus mensajes, su lenguaje y sus sentimientos generaron un amor irrenunciable y un odio irracional", expresó Aldáz.
Para el dirigente justicialista "Evita" en su corta pero intensa vida "se convirtió en la mujer más influyentes de la actividad política y social de Argentina y es hoy un símbolo de la historia del peronismo, siendo su esencia y su voz, transformándose en destinataria de las inquietudes, sufrimientos y carencias del pueblo argentino".
El ex Intendente de Basavilbaso expresó que el General Perón y "Evita" fueron la expresión "más lúcida de la conciencia de su pueblo, los que enseñaron a seguir luchando por una patria justa, económicamente libre y políticamente soberana, transformando para siempre la vida política, social, cultural y económica de la Argentina".
Aldáz dijo que "Evita" soñó que podía convertir los sueños de los desposeídos en realidad. "Soñó tanto que dejó su vida por el sueño de todos y postergó los suyos para cumplir sólo uno: hacer realidad los sueños de los postergados, de los humillados y los marginados.
Su historia, es nuestra historia. Su lucha, es nuestra lucha. Por eso, la recordamos con mucha alegría y amor, su inmensa obra. Su camino recorrido, es nuestra guía. Su ejemplo, es la única motivación que necesitamos en la militancia diaria".
Por último citó un pasaje de uno de sus mensajes más recordados: "Yo no quise ni quiero nada para mí. Mi gloria es y será siempre el escudo de Perón y la bandera de mi pueblo. Y aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria".
