Jueves 17 de Noviembre de 2011, 10:40

"La política sigue siendo la única herramienta para

| Al conmemorarse un nuevo aniversario del "Día del Militante", el Vocal del Consejo Provincial del Partido Justicialista entrerriano, Julio César Aldáz dijo que la histórica jornada del viernes 17 de noviembre de 1972 representó para el pueblo peronista "la vuelta de la esperanza, de la paz, de la dignidad, y del proyecto de un país con igualdad para todos".

Aldáz recordó que Perón regresó al país en el '72 luego de casi 17 años de ausencia, de luchas y proscripciones, "de sueños que se habían roto y volvían a nacer". Seguidamente, indicó que aquella mañana es una historia de trenes embanderados, de barrios obreros movilizados y de columnas infinitas de hombres y mujeres que se dirigían a Ezeiza bajo la lluvia, unos sobre la autopista, otros siguiendo las vías del ferrocarril porque se produciría el reencuentro del conductor con sus militantes, del líder con su pueblo. "La gente que se congregaba eran jóvenes en su mayoría, que jamás habían visto a Perón, con bombos y estandartes, desafiando al régimen militar y cuyo propósito era darle la bienvenida al General Perón, quien volvía al país tras 17 años de exilio y proscripción como fruto de uno de los procesos de mayor movilización popular de la historia argentina, despertando expectativas y emociones, sin precedentes en la población. Una generación que todo lo dio a cambio de un sueño, la vuelta de Perón al país, ese día quedó registrado en la memoria colectiva como la gesta de un pueblo movilizado que tuvo la firme voluntad y la lealtad de la militancia peronista hacia su conductor, que hicieron posible aquel retorno, donde nuevamente la militancia vuelve a tener su lugar en la historia y porque la historia la escriben los pueblos", opinó. "No fue un día más para los argentinos y más aún no lo fue para todo el pueblo peronista, que en 1955 entristeció con la caída de su líder pero que siguió luchando, haciendo de la consigna del "luche y vuelve", no sólo banderas o canciones, sino que esa consigna era sinónimo de esperanza, esperanza que descansaba en cada corazón peronista y que tuvo su momento de mayor emoción ese 17 de noviembre, volvía a pisar suelo argentino, Juan Domingo Perón, tras 17 largos años de exilio forzado por aquella "revolución" que la historia oficial llamó "libertadora", pero que el pueblo descamisado de Perón y Evita sufrió en carne propia y le dio su verdadero nombre; fusiladora", refelxionó. El ex Intendente de Basavilbaso expresó que Perón "dotó a los humildes de dignidad, de doctrina y de organización. Los hizo pueblo, y los consideró lo mejor que tenemos. Hasta que en la jornada histórica del 17 de octubre de 1945 su nombre se hizo bandera y se desató, inconmensurable, la esperanza popular de todos los argentinos. Un legado que llevamos adelante para que el sueño, el espíritu y la ilusión de toda una generación que pensaba que se podía cambiar la historia Argentina era posible construir un país mejor para todos, donde la política sigue siendo la única herramienta para transformar la realidad". Finalmente, el titular del IAPV reconoció "a los militantes, que supieron entregarse, enteramente, a una causa política, y en más de una ocasión fueron víctimas de la intolerancia, las persecuciones, la cárcel, la muerte, la desaparición y lucharon con sincero entusiasmo, tenacidad y sacrificio, animados por un auténtico ideal partidario".