Martes 4 de Noviembre de 2014, 15:37

Ramsar festeja 80 años y rinde homenaje a Juan Antonio Nobile

| Ramsar Juniors, en el marco del 80º aniversario de su fundación, rendirá homenaje a uno de sus dirigentes fundamentales: Juan Antonio Nobile.


Juan Antonio Nobile el mayor de tres hermanos, un gurí de barrio que simpatizaba por Independiente de su ciudad natal, Gualeguaychú. Desde chico era muy compañero de su padre, Enrique, un trabajador ferroviario a quien lo acompañaba al trabajo y así fue que aprendió el oficio y consiguió -con 14 años- ser parte de la otrora gran empresa argentina. La vida pública de Nobile en "Basso" lo vincula al deporte, más precisamente al fútbol, un deporte que nunca practicó, aunque si tenía una gran pasión por "el juego del balón pié", como decía. El hombre recto, serio y a la vez divertido, disfrutaba de la charla con amigos, la que podía prolongar hasta altas horas, y más aún si el tema era la música o la política (se confeso simpatizante del Partido Intransigente de Oscar Alende). Nobile vivió en la ciudad del Sur entrerriano hasta los 23 años. Estaba de novio con una jovencita, Elida (19), unos años menor, cuando le llegó el traslado a Villa Federal y antes de partir "El Francesito" -como lo apodaban (por su elegancia)- secasó. "Muñeca" lo convertiría un año y algunos meses después en padre de "Tani", a quien con el tiempo idolatraría con orgullo. En la Villa no permaneció más de dos años, hasta que le tocó -en 1955- ser trasladado a Basavilbaso. Recuerdan que desde el mismo día que llegó a la ciudad confraternizó con otros obreros del riel, y comenzó a frecuentar Ramsar, club al que poco a poco le fue cediendo parte de su corazón. No tardaría convertirse en dirigente, poniéndole el hombro a cuanta actividad deportiva se pudiera practicar en el club, pero siempre procurando de que lograra trascendencia y no solo a nivel local, sino provincial, nacional e incluso internacional. De todos modos su mayor impronta pasaba por otro lado, como un entusiasta impulsor de la vida social de la institución con sede en la calle Ramírez. En gran medida se le debe a Don Juan el reconocimiento que logra Ramsar en toda la región como "la institución de los grandes espectáculos", ya que por sus escenarios pasaban innumerables artistas, y en el mejor momento de sus carreras. Fue uno de los artífices de los famosos bailes de carnaval. Ponía su mejor esmero y dedicación para lograr para el club las condiciones más ventajosas en la contratación de los artistas. El club fue parte de su vida, y de su familia. Fue parte de una generación inolvidable de dirigentes en tiempos de menos individualismo, en el que se ofrecían generosos en lo que tenían al alcance y más para ayudar al club. Integró muchas conducciones del club, ocupando prácticamente todos los cargos. Serio, respetuoso y respetado por sus pares en tiempos en que los partidos de fútbol eran justas deportivas, y que quienes los disputaban eran caballeros. Años en los que -como siempre- ganar generaba una enorme alegría, pero que no se toleraba el desborde, y que perder no causaba gracia, pero no era una tragedia. Nobile -como ocurrió con otros tantos dirigentes de este y otros clubes- un día tomó distancia, oportunidad que algunos aprovecharon para criticarlo y hasta injustamente denostarlo. Pero su amor por el club era tan grande que no dejó jamás de pasar por la sede, al menos para estar un ratito, tomar una copa y/o compartir una charla. La dirigencia actual del club que tanto amó hoy le rendirá este martes un justo homenaje, y el salón principal de la sede pasará a denominarse: "Juan Antonio Nobile".