Lunes 18 de Julio de 2011, 09:16

Se cumplen este lunes 17 años del ataque que destruyó la s

| El 18 de julio de 1994 fue atacada y destruida la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), institución dedicada a la asistencia social y a la cultura, Murieron 85 personas y cientos resultaron heridos del atentado más sangriento cometido contra la comunidad judía en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial.

El Vocal del Consejo Provincial del Partido Justicialista (PJ), Julio César Aldáz, manifestó que “han pasado 17 años desde aquél lunes 18 de julio de 1994 a las 9:53 de la mañana , cuando una bomba voló literalmente la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), siendo una herida abierta que hasta el día de hoy no cicatriza en nuestra sociedad. El atentado obligó a concebir un nuevo tiempo y sobre sus escombros se instaló la fuerza creadora de una comunidad dispuesta a preservar el legado de una rica tradición cultural y honrar la memoria de las víctimas del odio irracional, contribuyendo al afianzamiento de una sociedad respetuosa de las diferencias, colaborando con el bien común”. “Al escuchar la primera explosión vi como desde el edificio de la AMIA comenzaron a volar todo tipo de objetos que iban desde abajo hacia arriba y caían sobre la calle. Después casi pegada a aquella hubo otra explosión y desde el interior del edificio salió una gran bola de fuego cubrió toda la avenida, tapó el patrullero que estaba estacionado, a una camioneta, a un auto y también a una mujer que estaba en la esquina de Pasteur y Viamonte”, recuerda Gabriel Villalba sobreviviente del ataque a la mutual judía. La bomba, con una onda expansiva de enorme poder destructivo provocó un panorama desolador donde centenares de vidrieras estallaron en mil pedazos, se produjeron cuadros de hondo dolor y tristeza por las víctimas, sus familiares y amigos. La búsqueda de sobrevivientes entre los escombros estuvo marcada por un clima caótico en el que se mezclaban los intentos de rescate de quienes permanecían en lo que quedaba del edificio o cubiertos por sus ruinas, con la afluencia de voluntarios deseosos de colaborar para detectar las mínimas señales de vida de la gente atrapada. Este nuevo hecho volvió a conmover a la sociedad argentina, que todavía no se reponía del atentado a la Embajada de Israel el 17 de marzo de 1.992, donde hubo 29 muertos y más de 250 heridos. La AMIA que al momento del atentado cumplía sus primeros 100 años de vida tiene la misión de promover el bienestar y el desarrollo individual, familiar e institucional de la vida judía en Argentina, para asegurar su continuidad, sosteniendo los valores del pueblo judío, afianzando el sentido de continuidad, fortaleciendo los principios básicos de democracia y pluralismo, impulsando una convivencia creativa desde las particularidades que conforman la sociedad.