Sábado 13 de Octubre de 2012, 14:47

Se desvanece el fuego de una pasión política

| Con la muerte de Sergio Luis Carlín, Basavilbaso pierde a un dirigente político apasionado que abrazó la causa peronista en sus jóvenes años de estudiante universitario en La Plata. Los restos de Carlín llegaron al país en la mañana de este sábado y minutos después de las 11 se inició el traslado a Basavilbaso. Se estiman que estarán llegando a nuestra ciudad a las 15 horas.

Sergio Carlín abrazó la causa peronista en sus jóvenes años de estudiante universitario en La Plata. Fue precisamente su entrega, su lucha en los albores de la Juventud Universitaria Peronista la que hizo truncar su carrera de derecho ante el clima de persecuciones que provocó la división originada dentro del movimiento creado por el General Perón. Dos semanas atrás, Carlín emprendió un viaje por el viejo continente, lo hizo junto a su esposa Zunilda y a su hermano Miguel Augusto, además de unos amigos de la ciudad. El domingo pasado, estando en Roma, (Italia), uno de los puntos del tours se sintió cansado y se quedó en el hotel al momento de efectuarse una excursión, cuando Zuny y "Chach"o regresaron, había fallecido a consecuencia de un infarto. Eran alrededor de las 15 horas (Argentina) y la noticia fue recibida en Basavilbaso por Augusto, uno de sus hijos. Sergio no solo fue un tenaz dirigente justicialista, se lo conoció también en distintas facetas, como deportista y amante del básquet fue además de un buen jugador, un excelente entrenador y modelador de jóvenes en esa disciplina, actividad en la que escribió gloriosos capítulos del basquetbol femenino desde el Centro Israelita de Basavilbaso en la década del 80 cuando esa institución en pleno apogeo, se insertó con prestigio en el basquetbol provincial. Con fuerte inclinación periodística "Ucha", como también se lo conocía, colaboró con el diario El Día de La Plata siendo estudiante, en el periódico La Tierra órgano de difusión de la Federación Agraria Argentina, con L.T.11 de Concepción del Uruguay, y más acá en el tiempo con FM Riel. En época del Proceso, su pluma expresó su pensamiento en temas de actualidad en las páginas de Pregón bajo el seudónimo de Lucien, y desde hace dos años con una columna de Opinión Semanal analizando el presente de la política nacional, provincial y local, desde el ángulo ideológico que lo identificó siempre. Son innumerables además sus opiniones en distintos medios periodísticos de la provincia y del país. No se puede dejar pasar por alto su incursión por las cosas cotidianas y populares de Basavilbaso, por eso recordamos también su entusiasmo y participación en la organización de la efímera comparsa ideada por jóvenes basavilbasenses llamada "Al-Mará". Tampoco se puede obviar su paso por la Comisión Directiva del Centro Comercial e Industrial de Basavilbaso. Pero sin duda fue el ámbito de la política donde volcó su pasión. Un militante que supo abrir el camino al debate permanente y muchas veces polémico, pero en su afán de lograr lo mejor para su pueblo y su Patria. Fue un defensor de la formación a la que se deben los jóvenes que quieren participar de la vida política, por eso sus charlas llevaban horas de planteos, análisis y razonamientos. Batalló en todas las elecciones internas del justicialismo basavilbasense y también ocupó cargos en funciones públicas de la provincia y de la ciudad, siendo Coordinador entre el Ministerio de Acción Social y el Consejo Provincial del Menor, durante la gestión del ex-Gobernador Jorge Pedro Busti y ocupando funciones en el Instituto del Seguro, etc. Y en Basavilbaso como Secretario de Gobierno durante la gestión del Intendente Julio Aldáz. Precisamente en este rol fue el mentor de crear la Plazoleta de la Memoria en homenaje a todos los desaparecidos durante la dictadura y especialmente en tres hijos de Basavilbaso. Su desempeño en la función pública le permitió abrir las puertas a muchos copoblanos, nunca dudó en tender su mano solidaria cada vez que pudo, o facilitando el alojamiento de muchos vecinos que por distintas razones lo necesitaron en Paraná, o dándole apoyo a los jóvenes de su pueblo que estudian en Paraná o Santa Fé, hechos que se podrían definir como acciones naturales de todo quien se llame peronista. Eso sí, así como ofreció su amistad, fue exigente consigo mismo y con los demás. Con la muerte de Sergio Luis Carlín, indudablemente desvanece el fuego de una pasión política. Fuente: Semanario Pregón.