Tildan de "irracional" la política de los Kirchner

Iriarte tildó de irracional la política de los Kirchner: "quieren castigar al sector agropecuario y lo más vulnerable no es la soja, sino la ganadería". Pero advirtió que "en algún momento, pronto, van a necesitar las divisas que generan las exportaciones de carne". El Licenciado Ignacio Iriarte, director de la publicación “Informe Ganadero”, calificado experto en análisis del mercado ganadero argentino, expuso ante un auditorio compuesto de un centenar de productores de Basavilbaso y la zona. "Todos los momentos de la ganadería en los últimos cinco años han sido particulares. Este es especial porque internacionalmente el precio de la carne ha tomado mucho impulso y un cariz extraordinario, en volúmenes y en precios. Justo en este momento los Kirchner volvieron a cerrar las exportaciones. Esto hace más dolorosa aún la irracionalidad del Gobierno, y digo irracionalidad porque no existe ninguna explicación racional para lo que están haciendo con la carne". La charla comenzó con una especie de despedida del disertante quién supuestamente había encontrado una colaboradora con experiencia y sobrados conocimientos en soja, leche y particularmente ganadería, pero que en esta oportunidad no había podido viajar hasta Basavilbaso. Mientras Iriarte explicaba lo “cansador” que le resulta viajar tanto la incógnita sobre la tan solvente “colaboradora” que sumó a su equipo se develó en una imagen proyectada sobre la pantalla que a su vez quebró el silencio reverencial de los productores presentes. Esa imagen, una foto de Cristina Fernández de Kirchner, fue el comienzo de un agudo y crítico análisis de la situación que atraviesa la ganadería. Iriarte atribuyó al kirchnerismo la intención de "castigar al sector agropecuario", atacándolo por sus flancos más débiles, como la ganadería, que fue el que se “atrevió” a enfrentarlo. Seguidamente consideró que la estrategia de controlar las exportaciones, al punto de virtualmente prohibirlas por la vía de "trampas y chicanas", es "absolutamente irracional". Sobre las expectativas de algún cambio, a partir de la asunción de Cheppi confesó no ver ninguna posibilidad de cambio real, porque “el ministro de Economía sigue siendo Néstor Kirchner y lo que él piensa es ley. Hasta que no esté en un estado de necesidad extrema no dará el brazo a torcer. Pienso, como muchos otros lo creen, que Kirchner realmente quiere castigar al sector agropecuario argentino y el eslabón más débil no está en la soja, sino en la ganadería vacuna. Hay una cantidad de letra chica y de trampas tan enormes en las resoluciones dictadas que se paralizó la exportación”. Entre las “fortalezas” del Gobierno mencionó al secretario de Comercio, Guillermo Moreno que “es el que decide los precios que se dan en las góndolas, según si el mercado interno está abastecido o no, y a veces hace lo que se le da la gana, porque incluso con este sistema implementado puede castigar a una empresa individualmente. Pero además esto hace que el sistema sea completamente impredecible. El mercado interno se ha comportado maravillosamente, porque se ha tragado toda esta enorme oferta de carne que hay en la Argentina. Para disgusto del Gobierno, no hubo caídas de precios equivalentes a la cantidad de carne adicional que existe. Hoy estamos regalando la carne, destruyendo riquezas. Cuando malvendemos en el mercado interno sin ningún sentido, por ejemplo las vacas conservas para manufactura, que Rusia pagaría a un nivel de precios descomunal sólo se logra castigar al productor. Estamos regalando riquezas, destruyendo sin ningún sentido. Si en algún momento esto tuvo alguna racionalidad, ya no lo tiene de ninguna manera”. El especialista hizo hincapié en la caída del stock, entendiendo que es la “principal novedad” de la ganadería argentina. “Es muy fuerte. Se están liquidando vientres. Esto no sucede en el Norte del país, donde se acumulan todavía en las zonas más ricas En la zona pampeana la caída del stock es franca, derecha. Yo no me preocuparía tanto por los frigoríficos, sino por los productores. Tenemos valores muy parecidos a los de un año y medio atrás, y los costos de producción aumentaron enormemente. No sería raro que en la próxima cosecha gruesa veamos otro avance de la frontera agrícola”, opinó.