Sábado 2 de Mayo de 2009, 15:07

Un día como hoy hundían el Crucero General Belgrano

| Hoy, 2 de mayo, se cumple otro aniversario del hundimiento en aguas del Atlántico Sur del crucero argentino ARA "Belgrano", el mayor buque de la armada argentina, que había participado de la Segunda Guerra Mundial en la marina de los Estados Unidos. Entre los tripulantes había dos basavilbasenses, uno logró sobrevivir.

Un buque gemelo del Belgrano, el acorazado Missouri, que permanece en la flota norteamericana, participó de la guerra el golfo; donde disparó misiles contra Bagdad desde el golfo Pérsico. El Belgrano fue hundido por orden de la primera ministra británica Margaret Thatcher con el propósito de terminar las negociaciones de paz que se venían llevando a cabo, y no tanto eliminar el objetivo militar que era el gran buque de guerra. El buque atacante, el submarino nuclear HMS Conqueror, abandonó a toda máquina la zona luego del ataque sin dar aviso a otros buques argentinos, ni a la Cruz Roja, para que pudiera asistir a los sobrevivientes. La criminalidad del hundimiento del Belgrano ha sido reconocida por los británicos. Existen normas internacionales, que deben respetarse incluso en una guerra. Los conflictos armados en el mar, se rigen por el Manual de San Remo sobre Derecho internacional aplicable a los conflictos armados en el mar. El 2 de mayo a las 16:01 el Crucero Belgrano fue torpedeado y hundido por el "Conqueror", pereciendo 323 hombres, cuando se encontraba este a 35 millas náuticas al sur del límite de exclusión impuesto por la corona británica. Los torpedos lanzados por el Conqueror, según dichos de su comandante, eran Tigerfish MK-24 filodirigidos y con autoguiado terminal, cuyo alcance está estimado entre 35 y 50 kilómetros. Disparado a una distancia de unos cinco kilómetros, el primer torpedo alcanzaba al crucero a proa, por babor. La parte del barco que abarca la cubierta de proa se hundió hasta la altura de la torreta A. El segundo torpedo hizo impacto hacia popa, en la parte inmediatamente posterior a la sala de máquinas, destruyendo el sistema de mando del timón. Diez minutos más tarde, la escora era de 21 grados. El comandante decidió que no se podía hacer otra cosa que dar la orden de abandonar el barco. Se lanzaron 70 balsas autoinflables, que podían contener veinte hombres cada una. El Belgrano se dio vuelta y se hundió una hora después de haber sido tocado. Al llegar la noche se levantó viento y el mar empeoró. Las ráfagas alcanzaban casi los 100 kilómetros por hora y las olas cinco metros de altura. Algunos botes iban sobrecargados, llevando hasta 30 hombres. Varios de los náufragos sufrían graves quemaduras, ya que nadie, de hecho, llevaba máscaras o guantes " antiflash " en el momento del torpedeamiento. En 1993, el hundimiento del Crucero ARA General Belgrano fue denunciado ante la comisión investigadora de las Violaciones a los Derechos Humanos, dependiente del ministerio de Defensa de la República Argentina como un crimen de guerra innecesario. Este organismo, con fallo dividido, resolvió que la investigación del hundimiento del Crucero Belgrano no era el objeto de análisis. Esta resolución causó y causa una gran controversia por cuanto la resolución ministerial 220 del 2 de Junio de 1993 es taxativa por cuanto dice así "destinada a investigar la posible existencia de actos violatorios a las normas vigentes en materia de derechos humanos, durante y después de los episodios bélicos acaecidos en Malvinas y Atlántico Sur a partir del 2 de abril de 1982". La criminalidad del hundimiento del Belgrano ha sido reconocida hasta por los británicos, y aceptan que la decisión de su hundimiento estuvo más ligada a una cuestión política que a una necesidad militar, por cuanto la nave no representaba ningún tipo de peligro para las fuerzas de tareas británicas. La primera ministra británica, habría ordenado su hundimiento para obstaculizar las negociaciones de paz, ya que la Junta Militar, habría estado deliberando seriamente la aceptación de la propuesta del presidente Belaúnde Ferry. Más aún, según fuentes bien informadas, el gobierno inglés, al enterarse de la aceptación de la paz por parte de la Junta Militar, habría decidido su hundimiento con la finalidad de prolongar la guerra. En el hundimiento del crucero falleció el soldado conscripto basavilbasense Héctor Ricvardo Caballero, mientras que el Cabo Principal Julio Néstor Vallejos salvó su vida.