Sábado 21 de Enero de 2006, 16:47

Una chance para Basavilbaso

| El proyecto termal de la ciudad, dirigido por una sociedad anónima conformada por capitales regionales, nacionales y hasta de un nativo de Israel, ingresa en una etapa más que trascendente. Se concretó la escrituración del predio. Se adquirieron materiales y en cuestión de días comienzan las obras de infraestructura básica.


A veces el capricho de los hombre que tienen en sus manos realidades de mucha gente y que, al momento de tomar decisiones, no las tienen en cuenta y privilegian sus intereses, pueden modificar la fisonomía de una ciudad y hasta el estado de ánimo de la mayoría de sus habitantes. Basavilbaso es una pequeña ciudad ubicada en el centro de la provincia de Entre Ríos que fue muy golpeada durante la década del ’90 cuando el gobierno de Carlos Menem decidió privatizar los ferrocarriles y este lugar quedó sin el recurso que mantenía ocupado a gran porcentaje de sus habitantes. La población quedó caída y sin encontrar algo que la haga resurgir. Hasta que un reducido grupo empezó a instalar una inquietud que más tarde sería la luz de esperanza que “Basso” necesitaba. La pregunta llevaba implícita el optimismo que faltaba: ¿Por qué no acá? Y así fue como distintos sectores de la sociedad se unieron y organizadamente hincaron la búsqueda de la ansiada agua termal. El éxito estuvo de su lado y la palabra turismo, que parecía tan ajena, se empezó a colar en las charlas cotidianas de los basavilbasenses. Esto no sucedió de un día para el otro, es difícil que una localidad tan pequeña y aletargada se imagine el movimiento y la reactivación de la ciudad turística que en poco serán. Es un arduo trabajo crear una conciencia turística que va de la mano con un cambio de conducta vinculada a la percepción del visitante como un medio de vida, como la fuente que les proporcionará trabajo genuino y posibilidad de progreso. Pero qué más contundente que el gran caudal que se vio el día que apareció el agua y del que muchos fueron testigos; luego el estratégico proyecto dirigido por una organizada sociedad anónima que cuenta con respaldo del municipio y del gobierno provincial. Todos son aspectos que van demostrando que la alternativa es esta y los beneficios prometen ser muchos. La reactivación de la ciudad le va a dar oportunidades a los jóvenes que se fueron en busca de un título de volver y crecer profesionalmente. Esto es importantísimo para una población que está envejeciendo por la falta de trabajo y la carencia de centros de estudios superiores. Sin duda, a partir de este proyecto, muchos estudiantes elegirán una carrera pensando a futuro regresar y formar parte de la transformación socioeconómica que se está gestando. Basavilbaso se está levantando y hará que toda la región lo haga, ya que los municipios vecinos podrán obtener beneficios si muestran predisposición de recibir y tratar al turista como se debe, que se “contagien” de las ganas que transmiten los que están abocados al proyecto y puedan aportar lo que tienen para que este emprendimiento crezca y los incluya. Basavilbaso es un ejemplo de que nada es definitivo, de que siempre hay una opción si se piensa positivamente, se trabaja en forma mancomunada y con perseverancia. Colaboración: Anahí González (Cursa la carrera de Comunicacion Social en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario).