Domingo 14 de Agosto de 2016, 12:03

Con el alma y corazón

JJOO | El básquet volvió a escribir otro de sus grandes capítulos y venció a Brasil en un clásico vibrante. El seleccionado argentino superó en el segundo tiempo suplementario al elenco local.


La selección argentina de básquet venció en el segundo tiempo suplementario a Brasil por 111 a 107 tras igualar dos veces con el marcador en 85 y 95, lo que significó la clasificación a los Cuartos de Final de los Juegos Olímpicos Rio 2016. El encuentro arrancó muy parejo ya que ambos equipos trataban de imponerse en ofensiva a través de los lanzamientos de triples y el poder de sus pivots debajo del aro. Sin embargo, Argentina encontró en las manos de Andrés Nocioni como en las de Emmanuel Ginóbili las claves para alejarse en el marcador. Brasil acusó el golpe tratando de apelar al contragolpe pero sin la eficacia necesaria frente al cesto ni en la toma de decisiones en la elaboración. Los dirigidos por Sergio Hernández no frenaron su marcha y la mecha de Nocioni en la línea de triples continuaba encendida: tres tiros consecutivos significaron un baldazo de agua fría para los anfitriones, que veían como su rival se alejaba en el tablero (19 – 28). Ya en el segundo cuarto, el técnico del conjunto brasileño, Rubén Magnano, decidió rotar su plantilla para darle minutos a Benite, Guillherme y Alex, que acompañaron la punzante tarea de Nené como pivot. Esto se plasmó en el resultado ya que el dueño de casa tomó una ventaja de diez puntos (52 – 42), lo que le permitió manejar el juego con absoluta tranquilidad. Sobre el final, una atropellada de Facundo Campazzo permitió descontar para la Argentina antes del descanso (52 -44). El siguiente capítulo de este clásico sudamericano no perdió la intensidad con la que se venía desarrollando, ya que ambos equipos buscaban el aro rival sin tanta producción de jugadas colectivas. Nocioni, que totalizaba una planilla con 21 puntos, continuaba impecable en los porcentajes de triples pero le agregaba el plus del uno contra uno, con varias penetraciones que posibilitaron al conjunto albiceleste arrimarse en el marcador. Así, las figuras de Campazzo, de Luis Scola en la tarea de fajarse con Nené y de Patricio Garino en el lanzamiento externo permitieron al seleccionado situarse en partido y hasta de pasar al frente con una bandeja del exbase de Peñarol de Mar del Plata (65 – 66). Pero Brasil no dio lugar a un bajón individual como colectivo y gracias a los “bombazos” de Alex y Barbosa volvió a adelantarse en el tablero (72 – 67). El nerviosismo que se vivía en las tribunas como aquellos que lo veían por televisión se plasmó en los jugadores de ambos seleccionados, aunque la Argentina demostró una leve mejoría se encontró con un enemigo impensado: el aro. El recambio, con los ingresos de Deck, Garino, Mainoldi y D’Elia no aportaron soluciones y el equipo se quedó ante la recuperación brasileña. Sin embargo, logró igualar el partido a 3s del final (85 – 85), con un tiro de Nocioni que entró pidiendo permiso. Nada cambió. Brasil rápidamente tomó una ventaja de ocho puntos por lo que Argentina debía correr desde atrás contra el rival y el reloj. Sin embargo, entre Scola y Campazzo llevaron el clásico a otro suplementario (95 -95). Luego del mini- descanso, Campazzo estampó una bomba descomunal y acto seguido Garino repitió la misma fórmula para que el conjunto nacional se escape por siete puntos (96 – 103) con 3 minutos por jugar. Los argentinos salieron para aguantar los intentos del rival, pero supieron hacer frente a la adversidad y lograron ponerse con ventaja de tres (106- 109) con 21s por jugar. Allí, Carlos Delfino fue a la línea errando sus dos lanzamientos aunque Ginóbili salió en búsqueda de ese rebote para que le hagan foul. Sus dos tiros convertidos desataron la euforia de los miles de argentinos que coparon el “Arena Carioca 1”.