Sábado 28 de Octubre de 2017, 19:19

El orgullo en juego

Fútbol | Ramsar -flamante campeón del Claurura 2017- y Defensores se enfrentarán mañana domingo desde las 17 horas en barrio Estrada. Un clásico donde siempre hay algo en juego.


Difícilmente uno pueda imaginar un duelo devaluado entre Ramsar y Defensores del Oeste, por la polarización ente ambos clubes durante los últimos años, y teniendo en cuenta -en este caso- que el Clausura tiene un campeón. El duelo que tanta expectativa trasladó en todo el campeonato que protagonizaron los dos clubes de Basavilbaso una vez más, por un lado no será el mismo. La final que no fue, tal vez. Sin embargo, por otro lado, tampoco será menos importante. Esa misma expectativa no se diluye por lo que ha ocurrido. Si usted pensó eso, con todo respeto, le decimos que se equivocó. [b]Ganar para que la fiesta sea completa[/b] Sin dudas que mañana el "Vicente Bustamante" se vestirá de fiesta con su mejor color para recibir al equipo de Ángel Noguera, campeón hace una semana en Mantero. La parcialidad del equipo local seguramente va a querer "refregarle" el título en la cara a su clásico reciente, Defensores del Oeste, institución que tantas veces lo ha amargado en el último tiempo. Más allá de lo descrito anteriormente, lo que evidentemente forma parte del "folklore" del fútbol y se llevará a cabo afuera de la cancha, dentro de la misma hay un encuentro, hay un partido siempre complicado para el equipo "franjeado": nada más y nada menos que Defensores. De ninguna manera ha de querer Ramsar que le empañen el festejo. El desafío será abstraerse de lo que ocurra afuera y no relajarse por haber obtenido el campeonato. [b]Ganar para arruinar el festejo[/b] Por otro lado está Defensores del Oeste. Su director técnico Marcelo Ponce, con grandeza admitió que "todos son justos ganadores"; a la vez que lamentó el empate frente a Gilbert, donde se escapó gran parte del campeonato, y también dejó un mensaje sobre el partido con Mantero: "no jugamos como teníamos que jugarlo por distintos motivos que nosotros mismos, puertas adentro, hicimos autocrítica". A buen entendedor... A la vista de los acontecimientos, el "Defe" también tiene una parada complicada. Si bien el objetivo era poder pelear el campeonato hasta el final, el club del Oeste de la ciudad tiene una gran oportunidad para regalarle una alegría a su gente. Este encuentro es un desafío que deberá despertar el amor propio de todo el equipo de Marcelo Ponce, de cada uno de sus jugadores, sabiendo en las circunstancias que deberán visitar a Ramsar Juniors. Por esta razón decimos que el clásico tendrá el orgullo en juego. No debe haber cachetada más ofensiva, sopapo más desolador, siguiendo del lado de Defensores, que ser espectador de una fiesta, que sólo asistir a un festejo. Por este mismo motivo dijimos también, que el desafío del equipo local será abstraerse de todo esto y poder pensar solamente (difícil, por supuesto) en un partido de fútbol. Estas son las cosas grandiosas que tiene el fútbol. Situaciones que de tanto en tanto podemos "trasladarlas" a nuestra vida cotidiana: a duras penas podemos estar como Defensores, con el orgullo herido, con la herida que no cicatriza; o como Ramsar, festejando con el objetivo de no perder la cabeza ni la responsabilidad. En el Apertura pasado, Ramsar venció a Defensores en la "12 de octubre" por 1-0, cuando se consagró campeón, cortando una racha de cinco años sin triunfos. También hace cinco que no lo vence en condición de local, por torneos oficiales. Mañana se despide Ramsar y, el "Defe", luego cerrará ante Unión y Recreo. Que reine el fútbol. Los dos equipos se lo merecen.