Jueves 21 de Marzo de 2013, 11:24

Adolfo Pérez Esquivel se reunió con el Papa Francisco

| El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, mantuvo un encuentro privado con el Papa Francisco, en el Vaticano. El encuentro tuvo lugar luego de que militante de derechos humanos defendiera al Sumo Pontífice de las acusaciones por su rol durante la última dictadura militar.

"El Papa me expresó su convicción por avanzar en la verdad, la justicia y la reparación del daño hecho por las dictaduras", dijo Pérez Esquivel durante una conferencia de prensa en Roma. El Nobel agregó que durante la charla también "hablamos de los mártires de la Iglesia de América Latina como Monseñor Romero, de El Salvador, y Enrique Angelelli, entre otros". Con respecto al encuentro, Pérez Esquivel lo calificó de "muy buena". “Hablamos de la situación general de la Iglesia, del mundo y de Latinoamérica", señaló a un grupo de periodistas. Asimismo, señaló que el Papa le manifestó que pretende "reducir los índices de pobreza en el mundo trabajando junto a los pobres" y que por eso "optó por llevar el nombre Francisco como guía para su papado". La semana pasada, Pérez Esquivel había considerado que al ahora Santo Padre "le faltó coraje para acompañar la lucha por los derechos humanos en los momentos más difíciles", pero rechazó que haya sido "cómplice" del gobierno de facto. "No tenía nexos con la dictadura", aseveró. Los críticos de Bergoglio lo acusan de haber tenido conocimiento del robo de bebés y, sobre todo, de no haber intercedido a favor de dos jesuitas secuestrados y torturados por la dictadura militar cuando él era provincial de la orden en Argentina. El Papa negó, sin embargo, dichas acusaciones en sus declaraciones ante la Justicia. También lo hizo Francisco Jalics, uno de los dos jesuitas desaparecidos y torturados por la Junta Militar. Jalics, quien en 1976 estuvo detenido ilegalmente en la ESMA junto con Orlando Yorio, aseguró en un comunicado que el Papa no lo denunció ante la junta militar Pérez Esquivel, de 81 años y quien recibió el Premio Nobel de la Paz de 1980 por su defensa de la democracia y los derechos humanos frente a las dictaduras latinoamericanas, participó en una conferencia organizada por la diócesis italiana de Padua bajo el título "No sólo palabras: Cambiar el mundo desde la base".