Miércoles 4 de Octubre de 2006, 15:56

DRAMATICA TOMA DE REHENES EN AVIÓN TURCO

| Un avión de línea turco que se dirigía a Estambul con un centenar de pasajeros a bordo fue secuestrado ayer por un desertor turco para dirigirle un mensaje al papa Benedicto XVI, pero el aparato fue obligado a aterrizar en Italia, donde el secuestrador se entregó y al parecer pidió asilo político en ese país.

El hombre, que al parecer hizo creer que había a bordo otro secuestrador, se entregó a la policía pasadas las 20, dos horas después de que el avión aterrizara en el aeropuerto de Brindisi, en el sur de Italia. Antes de abandonar la aeronave, los pasajeros fueron examinados minuciosamente por la policía, que quería asegurarse de que no había ningún cómplice entre ellos. El secuestrador, que no iba armado y no mostraba un comportamiento agresivo, pidió hablar ante la prensa y dirigirle un mensaje al papa. Las autoridades turcas afirmaron que identificaron al secuestrador, que responde al nombre de Hakan Ekinci, de 30 años. Según la cadena de televisión turca NTV, Ekinci se convirtió al cristianismo en 1998 y es un objetor de conciencia que buscaba el apoyo de Benedicto XVI. Tras el aterrizaje en Brindisi, se iniciaron negociaciones con el secuestrador desde la torre de control del aeropuerto, mientras que el ministro italiano de Interior, Giuliano Amato, convocó una célula de crisis para seguir la evolución de los hechos. Todos los pasajeros, entre ellos un grupo de albaneses que viajaban a Arabia Saudita para participar en las celebraciones del Ramadán, el mes sagrado de ayuno musulmán, resultaron ilesos. El avión de Turkish Airlines había despegado de Tirana, capital de Albania, con destino Estambul, Turquía, y fue secuestrado cuando sobrevolaba Grecia. La nave llevaba a bordo 107 pasajeros y seis tripulantes, y fue interceptado por cazas griegos y luego por cazas F16 italianos que lo obligaron a aterrizar en Brindisi. Un diputado albanés, Sabri Abazi, que se encontraba a bordo del avión cuando fue contactado telefónicamente por un periodista, indicó que el secuestrador no mostró armas en ningún momento. "Los secuestradores no dijeron nada a los pasajeros. Entraron en la cabina del piloto, y sólo vimos a uno de ellos salir de la cabina, un hombre de unos 30 años, vestido con ropa deportiva", añadió, convencido por entonces de que los captores eran dos y no uno solo. La visita del papa a un país con mayoría musulmana tendrá lugar del 28 al 30 de noviembre próximo, poco después de la ola de protestas y críticas que suscitaron sus palabras pronunciadas en Alemania, cuando trazó una relación entre el Islam y la violencia. Anoche se difundió el texto de una nota que el hombre quería hacerle llegar al sumo pontífice. "Querido papa, soy Hakan Ekinci, un cristiano, y no quiero servir a un ejército musulmán", señaló el desertor.