Jueves 15 de Marzo de 2012, 10:38

El acusado del crimen de Facundo Cabral ya está en Guatemala

| El presunto autor intelectual del asesinato del cantautor argentino Facundo Cabral llegó a Guatemala procedente de Colombia, donde fue capturado y expulsado. Su traslado había sido suspendido el martes por petición de Costa Rica, que exigía de las autoridades guatemaltecas la garantía de no aplicar la pena de muerte a Alejandro Jiménez, alias "El Palidejo", ciudadano de aquella nación.

La operación, detenida en pleno vuelo de la nave aérea en la cual venía y hecha regresar a Bogotá, fue reanudada después de cumplir el pedido el gobierno de Guatemala. En esta nación existe como tal la pena de muerte, pero desde 1998 no se ejecuta al estar vigente una especie de moratoria, mientras a todos los reos condenados se les cambió la sentencia por la máxima contemplada en el código penal, la de 50 años en prisión. El Ministro de Gobernación, Mauricio López, confirmó las garantías ofrecidas por su gobierno al costarricense en comunicación enviada por la fiscal general, Claudia Paz. Inmediatamente después de aterrizar esta madrugada la nave policial colombiana, "El Palidejo" fue conducido a la torre de tribunales. Allí un juez de turno dictó su ingreso a una penitenciaría hasta tanto rinda la primera declaración y comience el proceso judicial en su contra. Jiménez fue aprehendido el pasado domingo en territorio colombiano, cerca de la frontera con Panamá, cuando intentaba ingresar con pasaporte falso en una embarcación. Se dice que fue apoyado por narcotraficantes de aquella nación sudamericana. Al costarricense le imputan haber contratado a los sicarios que el 9 de julio de 2011 abrieron fuego contra el vehículo del empresario nicaragüense Henry Fariñas, quien trasladaba a Cabral al capitalino aeropuerto La Aurora después de varias presentaciones. Fariñas resultó gravemente herido, pero el afamado intérprete y compositor argentino murió casi al instante al recibir un disparo en la cabeza. Su deceso fue casual, pues declinó poco antes viajar en el ómnibus habitual del hotel donde se alojaba, al aceptar la invitación de Fariñas de hacerlo en su vehículo.