| El Papa se reunió en audiencia privada con Félix Díaz, quien tenía intención de plantearle el derecho a la tierra de los pobladores originarios y el cese de la represión que padece la comunidad en Formosa.
El Papa recibió hoy en audiencia privada al representante de la comunidad indígena Qom, Félix Díaz, quien planeaba plantearle a Francisco el derecho a la tierra de los pobladores originarios y el cese de la represión que padece la comunidad en Formosa, gobernada desde 1995 por el kirchnerista Gildo Insfrán.
Del encuentro también participaron el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien había gestionado el encuentro, y la esposa de Díaz, Amanda Asijak.
"Parecería un sueño estar acá, en Roma. Todavía no puedo creer lo que nos pasa con Amanda. Es un lugar en el que (espero) podamos dialogar, porque dialogar es una forma humana, y sentir el mismo latir del corazón de un ser humano que ha llegado a este lugar para ser la autoridad espiritual de todos los pueblos del mundo", comentó días atrás el representante de la comunidad indígena.
La reunión con el sumo pontífice se enmarca en la protesta que la comunidad Qom y organizaciones sociales realizan cada miércoles en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, ante la negativa de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a recibirlos.
El 11 de mayo pasado, el Papa había hecho "visible" la problemática que afecta a la comunidad Qom cuando, al comunicarse por teléfono con Gustavo Vera, presidente de la Fundación La Alameda, se interiorizó sobre la situación del hijo del cacique Félix Díaz que había sido brutalmente golpeado días antes.
"Rezo por los Qom y Félix. Estoy familiarizado con sus reclamos y espero que sean escuchados", sostuvo en la conversación telefónica con Vera.
Once días después, la Corte Suprema de Justicia exhortó al gobierno formoseño a acelerar los tiempos para delimitar los territorios que la comunidad Qom reclama como propios, en una audiencia de conciliación a la que no asistió Insfrán.
Pérez Esquivel destacó que haya "muchos sacerdotes y órdenes religiosas que se pusieron del lado de los pueblos indígenas frente a la opresión", y por ese motivo consideró que "no es casualidad que un jesuita latinoamericano quiera recibir y escuchar a los pueblos originarios".
