Martes 7 de Marzo de 2006, 13:31

EMPRESA FINLANDESA ASEGURO QUE NO PAGA SOBORNOS

PAPELERAS | La pastera de origen finlandés Botnia aseguró hoy que no paga "sobornos" ni acepta "chantajes", ante una denuncia de un ambientalista de la Asamblea de Fray Bentos, Uruguay, quien ayer aseguró haber recibido un pago para infiltrarse en los grupos ambientalistas.

"Botnia no paga sobornos ni acepta chantajes y niega enfáticamente haber participado de ningún intento de coima en el pasado o en el presente", dijo la empresa en un comunicado divulgado hoy en Uruguay. La empresa está construyendo una papelera en Fray Bentos que está seriamente cuestionada por los ambientalistas y vecinos de Entre Ríos, quienes consideran que contaminará toda la región. Botnia precisó que el ambientalista, autor de la denuncia, "fue contratado por la empresa para encargarse de organizar una reunión con la Asamblea de Gualeguaychú y recibió el pago acordado por ese trabajo" y adelantó que promoverá acciones legales ante la tergiversación de los hechos. Ayer Marcel Cairus, un ambientalista de Fray Bentos, denunció haber recibido coimas del representante de la empresa Botnia en Uruguay, Carlos Faroppa, para frenar protestas locales contra esa firma e infiltrarse entre los activistas argentinos y obtener información. Cairus dijo que entre junio y diciembre del año pasado recibió varios pagos del ingeniero Faroppa por un total de 110.000 pesos. Para comprobar su denuncia, Cairus presentó la grabación de una cámara oculta que él mismo habría hecho, pero que no muestra el momento en que supuestamente se le entrega el dinero. La filandesa Botnia, junto con la española Ence, construyen plantas de procesamiento de celulosa en la localidad de Fray Bentos, sobre la margen oriental del Río Uruguay que comparte con Argentina. El modelo industrial que utilizan las pasteras europeas se cree que contaminará las aguas del Río Uruguay, por lo que Argentina pide garantías de que esto no suceda. Paralelamente, vecinos y ambientalistas de Gualeguaychú y Colón iniciaron protestas en contra de estas industrias, mediante cortes de rutas que impiden el acceso a Uruguay por las rutas 135 y 136, algo que Uruguay exige que se detenga para poder comenzar a negociar. El presidente argentino Néstor Kirchner pidió hace una semana, en la Asamblea Legislativa del Congreso, a su par uruguayo que se detengan por 90 días las obras de construcción de estas plantas para poder encargar a expertos internacionales un estudio independiente acerca del efecto contaminante que podrían tener estas industrias.