Jueves 3 de Agosto de 2006, 10:28

Hezbollah continúa con su ofensiva en el norte de Israel

| La milicia shiíta lanzó hoy 23 cohetes en la misma zona donde ayer descargó una cifra récord de misiles, que dejaron un muerto y 16 heridos. Por su parte, el ejército israelí reforzó sus tropas en el sur del Líbano con el envío de brigadas adicionales.

Hezbollah siguió hoy sus ataques con cohetes, lanzando al menos 23 proyectiles contra el norte de Israel, informó una portavoz militar. Por su parte, la Fuerza Aérea israelí volvió a bombardear durante la noche suburbios de la capital libanesa, Beirut, después de una suspensión de 48 de sus ataques aéreos. Además, Israel reforzó sus tropas en el sur del Líbano con el envío de dos brigadas adicionales. Esto lleva el número de efectivos en la zona a alrededor de 10.000. La misión de las tropas es empujar hacia el norte a las milicias pro iraníes de Hezbollah y establecer una "zona tapón" en la frontera entre el Líbano e Israel. Ayer, como nunca antes desde el inicio de esta guerra, una lluvia de por lo menos 220 misiles, según la fuente que se consulte, cayó en el norte de Israel desde Tiberíades hasta la costa del Mediterráneo causando la muerte de un hombre y una veintena de heridos. El ataque fue de magnitud tal que desde la ruta hacia Kyriat Shmona, por donde circulaba este enviado ayer al mediodía, se pudieron escuchar en un momento las explosiones muy fuertes y en sucesión de los cohetes que golpeaban sobre los cerros, cerca de la autopista. El camino, que en varios tramos estaba congestionado porque la gente se animó a salir luego de 48 horas de virtual ausencia de Katiushas, pasa por una zona de cerros bajos. En sus laderas se veían numerosas columnas de humo como chimeneas y manchas negras, que es la huella que deja el cohete al golpear y desintegrarse. En esa zona no hay refugios y es imposible detectar la llegada del misil, por lo que la única recomendación es no detenerse. Las sirenas, entre tanto, sonaban en todas las ciudades norteñas y se exigía a la gente no abandonar los refugios. Fuente: EFE.