Miércoles 20 de Junio de 2012, 02:45

Hosni Mubarak agoniza

| El ex Presidente egipcio Hosni Mubarak se debate entre la vida y la muerte en el hospital militar al que fue trasladado este martes tras sufrir una trombosis cerebral. Aunque en un principio la agencia estatal de noticias Mena informó de que el dictador depuesto se hallaba "clínicamente muerto", fuentes militares señalaron más tarde que se encuentra "completamente inconsciente y usa respiración artificial".

"Hablar de que está clínicamente muerto es un sinsentido", declaró a Reuters el general Said Abbas, miembro del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que administra el país desde la caída de Mubarak. Otro de los generales que integran la Junta Militar, Mamduh Shahin, afirmó a la televisión estadounidense CNN que "no está clínicamente muerto pero su salud se está deteriorando y se encuentra en estado crítico". El ex mandatario, de 84 años, fue trasladado al hospital militar de Maadi, en el sureste de El Cairo, desde la prisión de Tora tras sufrir una trombosis cerebral y ser atendido sin éxito durante dos horas por médicos de la cárcel, que tuvieron que usar un desfibrilador después de una parada cardíaca causada por el accidente cerebrovascular. Tras su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica militar, triunfó la confusión. Su abogado, Farid el Dib, aseguró en la televisión local Al Hayat que Mubarak seguía vivo gracias a la reanimación. El canal también difundió unas imágenes que corresponderían a la llegada del ex presidente a bordo de una ambulancia y en camilla. Según la versión inicial de la agencia estatal, Mubarak alcanzó la clínica "clínicamente muerto" y los médicos no lograron reanimarle. "Su corazón dejó de latir y fue sometido a una reanimación con desfibrilador pero no hubo respuesta", agregó el citado medio. La clínica en la que se encuentra ingresado es la misma a la que fue trasladado su predecesor Anuar el Sadat tras un atentado perpetrado por un soldado islamista. Las primeras informaciones recordaron a algunos el caso del ex primer ministro israelí Ariel Sharon, que sufrió una hemorragia cerebral en enero de 2006 y permanece desde entonces en coma profundo.