Miércoles 28 de Noviembre de 2007, 10:41

ISRAEL Y PALESTINA PROCURAN ENCONTRAR LA PAZ

| El presidente norteamericano George Bush señaló en el inicio de la cumbre de Annapolis que israelíes y palestinos se comprometen a lograr un acuerdo de paz durante 2008. Las negociaciones "de buena voluntad" comenzarán en dos semanas e incluirán "todos los asuntos fundamentales" del conflicto, "sin excepciones". En sus discursos, Olmert y Abbas compartieron este espíritu pero dejaron notar sus diferencias.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente palestino, Mahmud Abbas, se comprometieron a iniciar negociaciones para llegar a un acuerdo de paz antes de fin de 2008, según anunció este martes el presidente estadounidense, George W. Bush, en la cumbre de Annapolis. El jefe de la Casa Blanca dijo que ambos líderes llegaron a un acuerdo para comenzar en dos semanas negociaciones "de buena voluntad" que incluirán "todos los asuntos fundamentales" del conflicto palestino-israelí "sin excepciones". Palestinos e israelíes conformarán un comité que trabajará a partir del 12 de diciembre y su labor será supervisada directamente por Olmert y Abbas, quienes se reunirán cada dos semanas. Además, ambas partes se comprometieron a implementar "inmediatamente" sus respectivas obligaciones según la Hoja de Ruta, el plan de paz lanzado en 2003 por el Cuarteto para Medio Oriente (Rusia, Estados Unidos, Unión Europea y Naciones Unidas). Bush formuló el significativo anuncio en el arranque de la cumbre de Annapolis, tras un encuentro que mantuvo con los líderes israelí y palestino que duró una hora, informó la agencia alemana DPA. "Hoy palestinos e israelíes entienden que ayudar al otro a hacer realidad sus aspiraciones es clave para hacer realidad las suyas propias. Ambos requieren un Estado palestino independiente, democrático y viable", afirmó el presidente estadounidense. Si bien esta perspectiva optimista, enfatizada por Bush, marcó el primer momento de la conferencia, en sus discursos ante la asamblea tanto Olmert como Abbas compartieron el espíritu pero no dejaron de puntualizar las diferencias que los separan. "Nuestra región está en un cruce de caminos, que separa dos fases históricas, la fase pre-Annapolis y la fase post-Annapolis", dijo Abbas. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) reclamó la "necesidad" de "alcanzar una solución de dos estados, basada en la finalización de la ocupación (israelí) y el establecimiento de un estado palestino lado a lado con el estado de Israel". Abbas precisó que un tratado de paz "debería básicamente conducir al fin de la ocupación de todos los territorios palestinos ocupados en 1967, incluido Jerusalén Oriental, así como el Golán sirio y lo que queda ocupado del territorio libanés". Por su parte, Olmert aseguró que su país "quiere la paz" pero demandó "el fin del terror, la provocación y el odio". El premier explicó que su país asistió a la cumbre de Annapolis aunque tenía "muchas razones para no venir", entre las que citó "los fracasos anteriores", los atentados "perpetrados por organizaciones terroristas palestinas", los misiles lanzados contra Israel y el gobierno del grupo islámico Hamas en la Franja de Gaza. Aseguró que los israelíes "estamos dispuestos a cumplir con un doloroso compromiso" para alcanzar la paz, según citó la agencia italiana ANSA. En otra parte de su discurso, Olmert reconoció que con el eventual acuerdo de paz "la realidad territorial" creada durante la guerra árabe-israelí de 1967 "cambiará significativamente" y de manera "inevitable". El primer ministro también destacó la participación en la conferencia de los países árabes, "la mayoría de los cuales no tiene relaciones con Israel". "Es tiempo de poner fin al boicot y a la alienación" de Israel en Medio Oriente, pidió Olmert. Tras las intervenciones de Abbas y Olmert, se aguardaba la reacción de los países árabes que concurrieron a Annapolis, la mayoría de los cuales no alentaba grandes expectativas sobre los resultados reales de la cumbre, según anticiparon los analistas. En tanto, miles de palestinos se manifestaron contra la cumbre de Annapolis, tanto en Cisjordania, donde gobierna el presidente Abbas, como en la Franja de Gaza, controlada por el movimiento islámico Hamas. Un palestino murió este martes en Ramallah, Cisjordania, cuando la policía reprimió una movilización contra la cumbre, según informó el Partido por la Liberación, una pequeña formación islámica. En la Franja de Gaza, miles de seguidores de Hamas exigieron que Abbas no realice concesiones a Israel en Annapolis en nombre del pueblo palestino. El primer ministro del gobierno de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, calificó este martes a la reunión como "infructuosa" y anticipó que rechazará cualquier tipo de "recomendaciones o compromisos" que sean "dañinos" para los palestinos.