Miércoles 4 de Julio de 2007, 10:20

Liberan a un periodista británico secuestrado en Gaza

| Alan Johnston, quien trabaja para la BBC, había sido capturado por un grupo radical palestino el 12 de marzo. La liberación se produjo luego de intensas negociaciones entre los secuestradores y las autoridades de Hamas, movimiento que controla la Franja.

El periodista británico Alan Johnston, liberado esta madrugada tras permanecer casi cuatro meses secuestrado en Gaza, aseguró que su cautiverio fue "en ocasiones terrorífica" y que estuvo "en manos de gente peligrosa e impredecible". El reportero ha sido entregado por sus captores a responsables de Hamas, que gobierna en Gaza. El británico, de 45 años, ha aparecido en imágenes emitidas por la CNN en aparente buen estado de salud tras su cautiverio, el más largo de un periodista en los territorios palestinos. Johnston llegó en un vehículo a la casa del ex primer ministro palestino de Hamas, Ismail Haniya, según un testigo, donde ambos han ofrecido una conferencia de prensa antes de viajar a Reino Unido a través de Israel. El reportero aseguró que estuvo "en manos de gente peligrosa e impredecible". "Literalmente soñé muchas veces con ser libre", confesó en una conferencia de prensa conjunta con el depuesto primer ministro palestino, Ismail Haniye, en la ciudad de Gaza. El corresponsal de la cadena británica BBC defendió que sólo empezó a sentir próxima su liberación en las últimas dos semanas, ya con la franja de Gaza bajo control de Hamás, y que, de no haber sido por los "esfuerzos" del movimiento islamista, "habría pasado mucho más tiempo en esa habitación". Sus captores, dijo, "parecían muy cómodos y seguros" hasta que Hamas empezó a presionarles, momento en que se "pusieron mucho más nerviosos". Johnston explicó que sus secuestradores, el Ejército del Islam, "amenazaron" su vida "en varias ocasiones" y fueron "generalmente rudos" y "desagradables" con él, aunque matizó que no recibió maltrato físico durante su cautividad, iniciado el pasado 12 de marzo. "Según pasaba el tiempo, más sentía que no me matarían", añadió antes de explicar que fue trasladado en dos ocasiones y encadenado de manos y tobillos durante 24 horas. El periodista, de 45 años, indicó que sus captores le daban "comida muy básica" y le permitían escuchar la BBC y "ocasionalmente" ver la televisión. Johnston definió su cautiverio como "las peores dieciséis semanas" de su vida, en las que mantuvo una "inmensa batalla" para "conservar la cabeza fría" ante el "enorme estrés y presión" a que fue sometido. Tras reconocer que aún le "cuesta creer" que sea de nuevo libre, el periodista de origen escocés agradeció el "extraordinario apoyo" que recibió durante su secuestro, "en especial" de sus colegas palestinos.