Moreno Ocampo solicita el arresto de Gadafi por crímenes de les

La orden de arresto de Gadafi, su hijo Seif el-Islam y del jefe del servicio secreto, Abdallah Al-Senussi, solicitada por el fiscal de la CPI, carece de seriedad y sus conclusiones son "incoherentes", respondió el gobierno de Tripolil. El portavoz del gobierno libio, Mussa Ibrahim, fue el encargado de negar de manera categórica la orden de arresto basada "en informaciones difusas" de medios internacionales, que solicitó el fiscal Moreno Ocampo. Las imputaciones de la CPI "están basadas desde el inicio de la crisis libia, sobre información difusas de los medios para evaluar la situación en Libia", enfatizó el vocero oficial. "En consecuencia, la CPI arriba a conclusiones incoherentes", insistió Ibrahim. El vocero afirmó que "nosotros, en ninguna etapa de la crisis, hemos ordenado el asesinato de civiles o contratado a los mercenarios contra nuestro pueblo". Moreno Ocampo aseguró que la fiscalía obtuvo "pruebas directas" y "sólidas" de los crímenes, y destacó que "todos los países cooperaron" en la investigación abierta desde 3 de marzo último. Ahora los jueces pueden aceptar el pedido, rechazarlo o solicitar más información. "Tenemos pruebas enormes, estamos prácticamente listos para iniciar el proceso", sostuvo el fiscal, y dijo que esos instrumentos demuestran que el gobernante libio "personalmente ordenó" ataques contra la población. En ese sentido, se refirió a episodios en los cuales fueron atacadas personas que participaban en funerales o salían de mezquitas. Las pruebas, consideró, demuestran que las acciones de violencia "fueron planificadas en reuniones", y advirtió que fueron arrestadas personas y "torturadas" en prisión. Gadafi, manifestó Moreno Ocampo, perpetró ataques contra la población para "preservar su poder absoluto", que ejerce recurriendo "sistemáticamente" al miedo. El fiscal pidió también mandatos de arresto contra el hijo de Gadafi, Saif al Islam, y el jefe de los servicios secretos, Abdulá al Senussi, bajo la misma acusación. La OTAN lanzó nuevos ataques en la periferia este de Trípoli y destruyó un sitio de radares, reportó la agencia oficial libia Jana. Pobladores del suburbio de Tajoura, unos 15 kilómetros al este de la capital, reportaron que fueron escuchadas al menos tres explosiones. La agencia Jana informó que fueron golpeados sitios militares pero también civiles en Tajoura y advirtió que los ataques de la OTAN provocaron "víctimas y daños materiales", sin otras precisiones. La Alianza Atlántica no da reportes sobre las víctimas, militares y civiles, que causan sus ataques. El canciller ruso, Serguei Lavrov, anunció que representantes del régimen libio arribarán mañana a Moscú y el miércoles puede producirse la llegada de delegados del Consejo Nacional instituido por la oposición. Lavrov, en un informe reportado por la agencia Itar-Tass, dijo que el gobierno ruso espera reunirse con enviados del Consejo Nacional, cuya visita fue postergada por "motivos técnicos". "Decidimos reunirnos en Moscú con representantes de Trípoli y de Bengasi. Los emisarios de Trípoli estarán aquí mañana", manifestó el canciller. Asimismo, sostuvo que el gobierno ruso espera para el miércoles la llegada de los representantes de los grupos rebeldes libios. Lavrov advirtió que Moscú reclama "el cese más rápido posible del derramamiento de sangre en Libia y el retorno del proceso del proceso", con negociaciones para avanzar en las reformas que requiere el país. Por su parte, el canciller italiano, Franco Frattini, dijo que el régimen libio "tiene las horas contadas", en declaraciones reportadas por la prensa local. "Estamos trabajando con la ONU para encontrar una vía de salida política que saque de escena al dictador y a su familia y permita la constitución inmediata de un gobierno de reconciliación nacional", manifestó.