Trágico derrumbe de tres edificios en Río de Janeiro

Alrededor de las 20.30 horas de este miércoles se ha derrumbado el edificio Liberdade, de 18 plantas. Apenas dos horas después, uno de los edificios contiguos, de 10 plantas, también se ha venido abajo, mientras que minutos después lo ha hecho un tercero, de cuatro plantas. Los tres inmuebles están ubicados en la calle 13 de Mayo, cerca del Teatro y de la Cámara de Comercio de Río de Janeiro y del Cuartel de la Policía Militar, en lo que está considerado el centro histórico de la ciudad. Las autoridades no han dado aún ninguna cifra sobre lo acontecido ni han confirmado que se trate de una explosión de gas, tal y como apuntaban los testigos. También podría tratarse de un problema estructural, ya que dos plantas de uno de los edificios estaban en obras. Un gran número de ambulancias y de vehículos de cuerpos de bomberos trabajaban anoche en el socorro a las víctimas en el lugar del accidente, en la calle Treze de Maio, según las imágenes mostradas por la televisión. El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, ha confirmado en una rueda de prensa el rescate de cuatro personas. Si bien, minutos después de la comparecencia, Defensa Civil ha sumado otro herido. Los cinco han sido trasladados al hospital. Según el diario Folha, las víctimas son dos hombres de 37 años de edad, uno herido en una pierna y otro con magulladuras; un hombre de 50 con desgarros en la piel; un hombre de 31 en estado de 'shock'; y una mujer de 28 con un corte en la cabeza. Algunos medios de comunicación brasileños han informado de la existencia de dos víctimas mortales, aunque las autoridades no lo han confirmado. A la espera de que el paso de las horas determine la magnitud de la tragedia y despeje las incertidumbres, la mayor aproximación a los hechos proviene de vecinos y trabajadores que se encontraban en la zona. Vicente Antonio, que se encargaba de la provisión de agua en el edificio, lo narra con la ropa empolvada por el incidente. "Acababa de salir cinco minutos antes y vi que saltaban unas piedras pequeñas desde el décimo piso. Pensé que era alguien haciendo alguna gamberrada, pero de repente empezaron a salir corriendo las personas que estaban en la planta baja y después vi una luz a la misma altura y, de repente, todo el edificio se desmoronó. Tuve mucho miedo, pero por suerte no me pasó nada", explicó. Los testigos aseguran que había gente dentro del edificio. Carlos, que prestaba servicios en el edificio pero que ya estaba en casa cuando el inmueble cayó, se acercó al lugar de los hechos por si conseguía localizar a algunos de sus conocidos que podían estar en el edificio durante el derrumbe. "Estoy intentando contactar con el portero del edificio, que vive en el piso más alto, pero después de llamarlo decenas de veces, no responde". Fuente: diario El Mundo.