Jueves 2 de Marzo de 2006, 15:22

Uruguay abierto al diálogo pero sin paralizar obras

PAPELERAS | El vicepresidente de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, aseguró hoy que su gobierno está dispuesto a realizar con Argentina "un monitoreo bilateral" de la situación medioambiental, pero dejó claro que no es el gobierno uruguayo sino las fábricas de celulosas las que tendrían que decidir una eventual detención de obras.

En este marco, reiteró el rechazo del gobierno uruguayo a los cortes de rutas y puentes que unen Argentina y Uruguay y aseguró que si bien no es responsabilidad del gobierno argentino es un acto de "omisión" no intervenir. "Son las fábricas de celulosa las que tendrían que decidir, en virtud de este diferendo, hacer un paréntesis en la construcción (de las plantas) y explicar lo que están haciendo, pero no es el gobierno uruguayo el que puede decirle a inversores de estas características que paren porque es como decirle que se vayan y entonces nunca más nadie vendrá a invertir acá", dijo el vicepresidente uruguayo. Agregó que la "vía bilateral" es la única para ponerse de acuerdo, pero no para "parar las obras, porque no hay impedimento para que esto suceda", sino para "buscar el asesoramiento de los mejores ambientalistas del mundo, como dice el presidente Kirchner". En este contexto, calificó de "absurdo" el "diferendo" que tiene con Argentina que, según dijo, está causando "un perjuicio enorme" a su país debido a los cortes de rutas que realizan por tiempo indeterminado los ambientalistas de Gaualeguaychú y Colón en los pasos hacia Uruguay. "Es imposible que en este marco se pueda acceder al pedido del presidente (Néstor) Kirchner; nosotros respetamos mucho a Kirchner y a los argentinos, y nos parece que este diferendo que tenemos es absurdo y nos duele mucho", dijo, al tiempo que sostuvo que los hechos han puesto al tema "fuera de madre". Respecto a los cortes de ruta, sostuvo que es un tema complejo "porque nadie puede sentarse a negociar con esa amenaza pendiente de no dejar pasar a nadie" y calificó como un "acto de omisión" que el gobierno argentino no actúe. Finalmente, consignó que "todas estas cosas se solucionan en reuniones reservadas y no discutiendo por la prensa. América latina es la región que menos inversión recibe. Si damos el mensaje que el gobierno cede ante presiones corporativistas de cualquier grupo nadie más va a venir a invertir nada. Brasil va a tener una planta de celulosa en Santo Tomé, va a haber también una protesta contra esto", concluyó el vicepresidente uruguayo. Por su parte, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Uruguay, José Mujica, dijo hoy que confía en que se va a llegar a un acuerdo, aunque mencionó la necesidad de crear una "autoridad técnica" que está por encima de los políticos. "Yo confío en que se va a llegar a un acuerdo. Estamos necesitando una autoridad técnica que estén por encima de los políticos, hay que crearla. Lo técnico sirve para sacarnos las castañas del fuego a los problemas políticos", dijo. "Creo que necesitamos hablar más entre nosotros, menos por la prensa, más en el boliche, para establecer una táctica y no prometer lo que no podemos dar", reflexionó. Advirtió también que "si el gobierno uruguayo intercediera para que frenen la construcción de las obras", se expondría a "un lío jurídico de reclamos" que puede costarle "carísimo cuando se tienen contratos firmados".