Política | Una nueva polémica se conoce del expresidente Alberto Fernández, esta vez vinculada a la contratación de Valeria Yolanda Araujo, una peluquera en Nucleoeléctrica Argentina S.A., la empresa estatal que opera las centrales nucleares de Atucha I y II y Embalse. La mujer de 44 años trabaja allí desde 2021 y cobra actualmente $2 millones mensuales.
Nucleoeléctrica Argentina S.A. es una empresa reconocida por su estricta selección de personal, especialmente en áreas técnicas como la ingeniería, donde se exigen perfiles altamente calificados. Sin embargo, existen excepciones a esta regla.
Valeria Yolanda Araujo, de 44 años, fue nombrada en 2021 para ocupar un puesto en la empresa a pedido directo del entonces presidente Alberto Fernández.
Araujo, peluquera de oficio, carece de la experiencia y las credenciales típicamente requeridas para trabajar en una central nuclear. Su principal ventaja parece haber sido su residencia en Lima, partido de Zárate, donde se encuentra una de las plantas de Nucleoeléctrica.
Araujo fue contratada para desempeñar tareas administrativas, y percibe un salario mensual de 2 millones de pesos, una cifra considerablemente alta en comparación con su formación profesional.
Fuentes cercanas a la empresa, consultadas por Clarín, medio que dio a conocer la historia, indicaron que el proceso de contratación de Araujo fue manejado de manera especial, destacando la influencia directa de la Presidencia en su designación.
“La pidió Presidencia especialmente y se decidió contratarla. No es el único caso, pero sí uno muy recordado porque no cumplía con los requisitos para poder ingresar”, comentó una fuente familiarizada con la situación, refiriéndose a la comunicación formalmente conocida como IA N° 172.
La historia de Araujo es difícil de rastrear. Desde la Casa Rosada señalaron que Fernández conoció a la peluquera a través de Facebook.
Actualmente, Araujo no tiene presencia activa en redes sociales, no existen fotos de ella en el dominio público, ni se conocen antecedentes laborales previos a su nombramiento.
Una fuente interna de Nucleoeléctrica describió sus funciones en la empresa: “Realiza tareas administrativas básicas, como en cualquier empresa que requiere este tipo de trabajo.
Si no cumple con el horario, recibe sanciones como cualquier otro empleado. Pero sí, sigue estando ahí”, afirmó, refiriéndose a la actual situación laboral de Araujo en la central nuclear.
