Viernes 24 de Marzo de 2006, 12:27

A 30 AÑOS DE LA MAYOR REPRESIÓN POLÍTICA Y SOCIAL

SEMANA DE LA MEMORIA | El 24 de marzo de 1976, una Junta Militar integrada por Jorge Videla, Emilio Massera y Ramón Agosti derrocaba al gobierno constitucional encabezado por María Estela Martínez de Perón, al amparo de la disolución del sistema político y una suspensión total de las garantías constitucionales, desatando la mayor re presión política y social que ha padecido la Argentina en su historia.

El diputado Julio Aldáz recordó que el Proceso de Reorganización Nacional, que gobernó el país entre 1976 y 1983, "contó con el decidido respaldo de los grandes grupos económicos nacionales y el financiamiento permanente de los grandes bancos y los organismos de crédito como el Banco Mundial y el FMI y dejó un saldo de miles de muertos y desaparecidos, centenares de exiliados, la primera derrot a internacional del ejército argentino, un notable incremento de la deuda externa, la destrucción de gran parte del aparato productivo nacional y la quiebra y el vaciamiento de la totalidad de las empresas públicas". A diferencia de otros golpes militares el legislador dijo que este tuvo un "plan sistemático de detención, persecución y desaparición de dirigentes con el fin de imponer un proyecto político, económico y social que respondiera al liberalismo más recalcitrante, que tuvo su mayor representante en la política económica aplicada por Martínez de Hoz que privilegió los intereses de la banca internacional transformando a la Argentina en un paraíso financiero". En un marco de miedo y silencio surgieron las Madres de Plaza de Mayo, un grupo pequeño de mujeres que por amor a sus hijos "desaparecidos" desafió al Poder, alrededor de la Pirámide que se convirtió en el epicentro de todas las condenas a la dictadura. Su reclamo se difundió por todo el mundo. "Con vida los llevaron, con vida los queremos", era la proclama utilizada por esos días. La represión y muerte que algunas de sus integrantes sufrieron, no frenó su acción ni impidió que su causa trascendiera las fronteras del país. "Los niños que nacieron mientras sus madres estaban detenidas, se transformaron en parte del botín a repartir por los miembros de la dictadura, que en algunos casos fueron criados por los propios integrantes de las fuerzas de seguridad, siendo este uno de los reclamos que realizan todavía hoy las Abuelas de Plaza de Mayo, la noble misión de restitución de sus nietos a sus verdaderas familias. La represión no se desarrolló solamente en territorio argentino: las dictaduras de Chile, Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina se complementaron en un macabro "Plan Cóndor" de secuestro de personas e intercambio de informaciones, que posibilitó la persecución de las víctimas más allá de las fronteras", expresó Aldáz. Seguidamente indico que la derrota en la guerra de Malvinas significó el desmoronamiento del régimen militar, acelerando la entrega del poder a un gobierno constitucional y permitiendo la expresión de demandas contenidas por largo tiempo, que se manifestaron c on la creciente movilización política y social. "La Comisión Nacional de la Desaparición de Personas (CONADEP) reunió miles de declaraciones de sobrevivientes, familiares y testigos y publicó el informe NUNCA MAS que es una descripción terrorífica de la República Argentina durante la última dictadura militar, donde se constató más de 300 centros clandestinos de detención, la confirmación de la muerte de mucho de los desaparecidos y detalló gráficamente las torturas y es una demoledora condena al proceso donde la represión y las matanzas fueron frutos de una política premeditada". Soble la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final el ex intendente de Basavilbaso aseguró: "fue una victoria de la lucha democrática de todos los argentinos. La Corte Suprema de Justicia las anuló, casi dos décadas después de su aprobación, las "leyes del perdón", que impedían el procesamiento de quienes ejercieron la represión durante la dictadura militar, entre los años 1976 y 1983". Finalmente el diputado citó lo que dijera en una Carta abierta a la Junta Militar el escritor y periodísta Rodolfo Walsh, al cumplirse el primer aniversario del golpe militar "Han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implementando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina". Walsh también pasaría a engrosar la tristemente célebre lista de desaparecidos. Debemos ejercitar nuestros derechos con acciones diarias concretas para que [b]Nunca Más[/b] ocurran estos hechos en nuestro país, diciendo si a la memoria y no al olvido, si a la verdad y no a la mentira, si a la justicia y no a la impunidad, si a una sociedad honesta y no una sociedad cómplice, si a un estado presente y no un estado represor para lograr entre todos una patria justa, libre y soberana que merecemos todos los argentinos", concluyó.