Sábado 5 de Noviembre de 2005, 16:07

Acordaron nueva mecánica para arreglar las escuelas

| El Gobierno y los gremios docentes acordaron distinguir entre problemas edilicios estructurales y emergencias que alteran la marcha cotidiana de las actividades.

Para las reparaciones menudas y urgentes, se le reconoce a los directivos de cada establecimiento la potestad de ensayar un cotejo de valores y hasta de tomar la decisión de contratar. Del tema se conversó en la comisión de infraestructura que el Gobierno comparte con los gremios docentes: de qué modo atender las emergencias edilicias o de servicios que se pudieran presentar en las escuelas. Desperfectos en instalaciones eléctricas, averías en las redes sanitarias, desprendimientos puntuales de algún cielorraso, el levantamiento parcial de algún techo, roturas de vidrios y todo otro inconveniente que dificulte la actividad del día, eran asuntos que, hasta ahora, debían ponerse “a la cola” junto a otras inversiones acaso más onerosas, estructurales, y en ese mar de proyectos de pequeña, mediana o gran intensidad, los problemas menudos solían convertirse en crónicos. “Lo que acordamos es hacer un memorandum que, a través de las direcciones departamentales de escuelas, están llegando a todos los directivos de establecimientos”, prologó el director de Arquitectura, Enrique Renaud, antes de completar con que “planteada una emergencia en los servicios esenciales la directora está autorizada para pedir tres presupuestos y, en consulta telefónica con los representantes de Arquitectura en el departamento de que se trate, se adjudicaría al menor precio, comunican a la Dirección de Arquitectura, se hace el trabajo, se nos manda la factura y en 15 días estaríamos pagando la reparación”. Para el funcionario, este mecanismo “descentraliza enormemente las acciones y hace que la comunidad se vaya sintiendo algo más responsable frente a determinados asuntos”. Ante una consulta, el entrevistado insistió en que “la cuestión de la emergencia debiera encontrar allí un canal propicio que, tal vez, cueste poner en marcha pero que servirá para resolver temas menores, que suelen complicar la actividad diaria”. Por otro andarivel, aparece el análisis de los problemas generales de una escuela. Por ejemplo, si se pide un aula, evaluar la distribución de los alumnos por turno, cómo se produce el crecimiento vegetativo y, paralelamente, la programación educativa y el desarrollo estimado que puede tener el establecimiento en los próximos cinco años. “La escuela es aulas más espacios que complementan el dictado; no es un conjunto de chicos amontonados”, definió Renaud, antes de enumerar una serie de ejemplos de escuelas “de buen nivel, incluso en la relación docentes-alumnos” que, sin embargo, “tiene aulas, pero ningún laboratorio”. Esa será una línea de trabajo para el 2006: dotar a los edificios de los espacios de formación que les estuviera faltando, junto a otros que complementan la labor, como los dedicados al deporte”. Junto a ese lote de escuelas “que quedaron a mitad de camino”, aparecen las obras nuevas, incluidas en el presupuesto provincial. “Veremos cuando se apruebe el presupuesto con cuánto dinero iniciaremos el año, pero aspiramos a tener la misma facultad que la Legislatura reconoció en 2005 para poder captar mayores ingresos en la medida en que se produzcan ingresos por encima de los esperados”, comentó. En ese sentido, expuso que “comenzamos 2005 con 20 millones de pesos de presupuesto y lo estamos terminando con casi 36 millones, si se suman los 9 millones de pesos adicionales destinados al Servicio Penitenciario y a Salud”. Se lo interrogó en otro momento por el nivel de ejecución de lo presupuestado. “De los 27 millones (36 millones menos 9 millones), a disposición, se ejecutaron 23 millones”, informó antes de opinar que “el nivel de ejecución es bueno en términos de lo que significa la obra pública que, no muchos lo saben, se produce a partir de procesos con muchas demoras entre la formulación del proyecto, la licitación en sí y, luego, la construcción, las inspecciones, las aprobaciones u observaciones y recién allí la certificación”. Las 750 que integraron originalmente el listado de escuelas a reparar, alcanzó el millar y, al día de hoy, son unos 1.100 los establecimientos donde se hizo algún tipo de intervención. “De antaño, diría que están quedando muy pocas situaciones de ese tipo, al punto que aseguraría que si alguna hubiera quedado sin solución habrá sido porque se traspapeló, es decir, técnicamente, no debiera haber ninguna en esa situación”, manifestó. Otro asunto que está analizando es encarar una serie de inversiones en establecimientos de gestión privada, como hogares de ancianos y hogares para personas con discapacidades. Un paquete de escuelas públicas de gestión privada sería alcanzado por esta línea de inversión estatal. “Ojalá podamos ejecutar el 90 % del presupuesto”, señaló al comentar que “los recursos no ejecutados no se almacenan para el año que viene, de ahí la inquietud por avanzar con lo máximo posible con la mayor cantidad de obras previstas”. Fuente: El Diario.