Domingo 10 de Mayo de 2009, 13:21

Advierten sobre la pérdida de empleo en el campo

| “Del 37 por ciento de empleo que genera el campo, podría perderse alrededor del 50 por ciento de esos puestos de trabajo”, advirtió el vicepresidente de la Federación de Cooperativas de Entre Ríos (Fedeco), Edelmiro Oertlin, quien indicó que “determinar el impacto de la actividad del campo en el mercado laboral, es central para diseñar políticas estratégicas ante la crisis que atraviesa el sector”.

Oertlin señaló que días atrás escuchó a un economista que dijo que el campo sólo genera el seis por ciento empleo, pero “al otro día escuché a otro profesional, quien aseguró que el campo genera el 37 por ciento. Yo me quedo con esa última opinión”. El tesorero de la Asociación de Cooperativas Argentinas aseveró que “es un preconcepto decir que el campo no genera empleo. Los argumentos más comunes que intentan fundamentarlo son contradictorios: se dice que la mecanización y el exceso de tecnología redujeron el empleo en actividades rurales, pero no es así. La del seis por ciento es la mano de obra directa que no toma en cuenta al contratista rural que tiene personal a su cargo, pero que no se lo considera en las estadísticas porque no trabaja directamente con el campo. Igual sucede con otras cadenas, como la metal-mecánica, el trasporte, las automotrices u otras, como las industrias que producen para el sector agropecuario, que en definitiva es un gran generador de puestos de trabajo. Es lamentable que se insista con la postura de que el campo es el sector que menos puestos de trabajo genera, cuando la realidad demuestra que eso no es así”, afirmó el dirigente rural, ingeniero agrónomo de profesión. Hasta ahora, académicos y entes estadísticos utilizan el concepto de sector primario (extracción), secundario (industria) y terciario (servicios), pero este es otro criterio del siglo XIX. Según ese enfoque, el sector primario de la economía sólo genera el 10 por ciento del PBI a valores corrientes. En Argentina existen los datos de la matriz de insumo-producto en la producción nacional, que el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) actualiza periódicamente, basados en informes de técnicos del ministerio de Economía de la Nación. En realidad, lo que dice el economista que manifestó que el campo genera el 37 por ciento de empleo no está alejado de la realidad. Oertlin destacó que “la cadena agroindustrial aporta el 40 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) argentino. Este dato contradice a los números del gobierno, que estima que esta cifra apenas alcanza el 10 por ciento”. Muchas veces, las cifras de los organismos del Estado se cuestionan, pero aclarar este punto sirven como base. Justamente, esos datos oficiales de Anses, Indec y del ministerio de Economía de la Nación demuestran que por los datos de personal ocupado y sindicalizado, el sindicato Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) es el gremio mas grande de la Argentina en cantidad de afiliados —alrededor de 700.000—. “Son trabajadores inscriptos al sistema nacional de empleo y además afiliados al sindicato (puestos en blanco), mientras que el segundo lugar lo ocupa la Unión Obreros de la Construcción de la República Argentina (Uocra), que ni siquiera llega la mitad”. Pero por otro lado, si se analizan los datos del Indec, (censo nacional 2001) solo el 11 por ciento de la población argentina es rural, el resto es urbana. Estos datos oficiales se basan los criterios técnicos (de alrededor de 1875) copiados de los sistemas estadísticos franceses de esa época. Desde entonces, en Francia, se modificaron dos veces los métodos estadísticos, sobre todo en el criterio de relación y análisis de datos de poblaciones rurales. En muestro país, el trabajo realizado por ministerio de Economía en 2008, y otros anteriores, proponen enfáticamente revisar este criterio por otros mas actualizados. El directivo de Fedeco indicó que “a modo de ejemplo podemos decir que si se pasara a considerar población rural que habita en localidades de menos de 20.000 habitantes, Entre Ríos tendría el 40,33 por ciento, mientras que el país pasaría al 23,46”. [b]Las cadenas de valor[/b] Desde la década del ‘80, tanto en las teorías económica, sociológica y de gestión de recursos, se incorporó el concepto de cadenas de valor, que analiza las relaciones de insumo y producción entre distintos sectores de la economía. Aunque no precisó una cifra, el ingeniero señaló que “es altísismo el empleo que se genera alrededor de las cadenas agroindustriales, con puestos de trabajo de gran calidad”. En Argentina existen datos concretos. La Fundación Producir Conservando encargó a docentes de las Universidades de Buenos Aires, San Andrés y otras, coordinados por Juan Llach, un análisis del empleo de las cadenas agroindustriales de nuestro país. Allí se demuestra, en base a los datos públicos, que estas cadenas generan el 34 por ciento del empleo total del país, es decir unos 4.500.000 de empleos, que producen más del 40 por ciento del PBI nacional. Además, según el ministerio de Economía, en 2007 existían 17.047.000 puestos de trabajo en el país. De eso, el sector agrario generó 1.275.000 (ocho por ciento del total), y el sector manufacturero 2.204.000 (13 por ciento). La minería, 74.000 empleos (0,50 por ciento) y la pesca sólo 24.000 (0,20 por ciento). Por eso, Oertlin comentó que “todo lo que es aledaño a la materia prima primaria que se genera a través de diversas industrias (molinera, aceitera, láctea, panadera, frigorífica, entre otras), constituye un nivel elevadísimo de la cadena de valor”. Además aclaró que “a eso debe sumarse el combustible, más aún si se tiene en cuenta que el productor paga el litro mucho más caro que lo que lo abona un consumidor citadino; el productor agropecuario paga más caro, casi 0,50 centavos más de lo que se paga en la ciudad. Esto traerá consecuencias en la producción, ya que da la impresión que se busca limitarla cada vez más”. [b]Pérdida de puestos de trabajo[/b] Para Oertlin, este año habrá que lamentar la pérdida de puestos de trabajo en aquellas actividades relacionadas con el sector agropecuario. “Digo esto teniendo en cuenta el fracaso de la cosecha gruesa sorgo, girasol, soja y maíz, y en la cosecha fina como el trigo, que tampoco tenemos la posibilidad de salir a sembrar, sea por los problemas climáticos o por la falta de incentivos por parte del gobierno. Estimativamente podríamos hablar del 40 por ciento del desempleo, siempre considerando el 37 por ciento de aquellos trabajos que genera el campo”. Sin embargo aclaró que “esa situación podría revertirse si el Estado políticas claras en cuestiones impositivas para la retención de vientres o la producción láctea. El gobierno debería tomar medidas para sostener y generar nuevas fuentes de trabajo, bajar drásticamente los aportes patronales para que haya más empleo en blanco, y eliminar los subsidios a las empresas transnacionales, que lo único que hacen el llevarse la plata del país”. Fuente: AIM.